martes, 28 de octubre de 2025

Cómo mantener el foco creativo y salir empoderada nivel Beyoncé

Hace unos días quedé con Meritxell Martí después de su viaje a Nueva York y, como siempre que quedo con ella, salí con el pecho hinchado, la libreta vibrando y la sensación de que sí, que esto va en serio y que soy capaz.

Confío en ella porque no solo es una autora brillante, sino que tiene una mirada muy lúcida sobre la profesión, la creatividad y la forma en que nuestra mente se bloquea (o despega).
Me compartió algunos consejos que necesito dejar por escrito. 
Porque cuando un consejo te recoloca, se comparte.
¿Preparada para tomar nota?



1. La escena importa: prepara tu espacio como si tuvieras una cita con tu futuro

Me propuso colgar en la pared el calendario de Bolonia 2026 (sí, voy a repetir. ¡Ya tengo alojamiento y vuelos reservados!), los storyboards de Què has fet avui? y La panera dels tresors a medida que los vaya cerrando, e imágenes que me recuerden quién soy cuando creo sin miedo como mi calendario ETS MARE (que siempre me acompaña).

Ver esta pared cada día me da una dirección. Y si además dejo la mesa preparada —paleta, pinceles, papel y una taza de té esperando junto a un bomboncito como recompensa dulce— ya no hay excusas. Entrar en el estudio es entrar en modo creadora, no improvisadora.                                  
A falta de un corcho, te presento mi pared "empapelada"

Conclusión:
el foco empieza antes de crear. Empieza cuando decides qué vas a ver cada mañana.


2. 60% creación, 30% dispersión: no inviertas las proporciones

Me habló del equilibrio productivo: 60% del tiempo para trabajo creativo profundo y 30% para tareas periféricas (correos, redes, gestiones). Parece obvio, pero… ¿cuántas veces invertimos el orden?
Yo la primera: enciendo el ordenador y me comen los correos. Resultado: ruido mental, bloqueo y más distancia de los proyectos.

Desde entonces, he bloqueado las mañanas solo para crear. Nada de WhatsApp Web ni revisar la bandeja de entrada. Crear con el cerebro en modo "superficie" es imposible; necesito silencio, soledad y espacio para atravesar ese desierto donde solo estamos el papel, mi miedo y yo.

Conclusión: la creatividad no nace del caos, nace del respeto a tu tiempo profundo.


3. Empieza por lo pequeño para engañar al miedo (y ya no parar)

Cuando todo parece demasiado grande, el miedo se sienta al lado y susurra: "No vas a poder con esto". El truco es empezar por una tarea tan pequeña que no despierte resistencia.

Fue así como nació La panera dels tresors: una simple lista de temas para una colección de libros de cartón que ya estoy desarrollando. Cuando me di cuenta, ¡ya tenía el texto y el storyboard hechos! 
El miedo se distrae cuando avanzas en silencio.
Storyboard completo de La panera dels tresors

Conclusión: el primer paso no debe ser brillante. Solo debe ser posible.


Bonus track

Para priorizar lo importante, hace poco descubrí la "Teoría de las Puertas" de Laura Sagnier y me hizo clic: cada decisión es una puerta, pero no todas merecen cruzarse ahora. Identificar cuál conduce al proyecto que quiero me ahorra agotamiento y dispersión.
La metodología paso a paso. Empieza por reservar 1h el domingo para planificar la semana

 


Porque visualizar lo que trabajo forma parte del compromiso con mis proyectos, antes de que termine 2025 quiero hacer el ritual de apertura del portal del 11/11 de Maïté Issa, para proyectar que en 2026 publicaré con Walker Books. Ponerlo en palabras lo fija. Verlo en el moodboard lo hace posible.
Hacer un moodboard estratégico multiplica tus posibilidades


Y tú…

¿Cuál es ese gran objetivo que necesitas tener a la vista cada mañana?
¿Qué pequeño ritual podrías incorporar para recordarte que eres capaz?
Te leo en comentarios.



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