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martes, 28 de agosto de 2018

Lisboa y Oporto

¡¡¡Ya he vuelto!!!

Bueno, llegué el viernes 24 de agosto a las 12 de la noche después de 7 largas horas de viaje desde Oporto hasta Sabadell (qué poco me gustan los aeropuertos...) pero ha valido la pena.

Lo más importante era desconectar y disfrutar del viaje. Visitar monumentos, palacios y museos, patear la ciudad y, ¡cómo no!, comer bien.

Como buena alumna aplicada, he seguido los consejos de amigos y familiares aunque en temas de corazón, no hay recomendación que valga. Que sí, que Oporto es muy bonita, casi de postal, pero me quedo con Lisboa y con su particular disposición a lo largo de las siete colinas que la conforman.
Mapa de Lisboa que venía en la revista Ling de Vueling © Maria Castelló

A pesar de que este año ya llevo dos viajes a mis espaldas, y no sé si caerá un tercero, realmente necesitaba salir y cambiar de aires.
Portugal me ha sorprendido e inspirado. Enumerar todo lo que me llevo es imposible así que baste este particular resumen:
las intrincadas callejuelas empinadas, el suelo adoquinado, las espectaculares vistas desde los miradouros, los azulejos, los eléctricos (tranvías), los colores vivos de las fachadas, las iglesias barrocas recubiertas de azulejos, la saudade, el sol del oeste, las desembocaduras del Teijo y el Douro, el océano Atlántico, los puentes, los portugueses, el idioma y, ¡cómo no!, la comida (Caldo verde; Sardinas asadas; Arroz de marisco; Bacalhau à bràs, en caldeirada, en pastéis,...; Pan de Deus; Pastéis de Belém; Croissants de brioche; Bifanas; Francesinhas,...). ¿Se nota que disfruto de la comida? ;)

En cuanto a cosas materiales, me he traído estos álbumes ilustrados de la librería más antigua del mundo, la Bertrand de Lisboa (en la Lello de Porto te pedían 5 € para entrar):

- O tempo de gigante, de Carmen Chica y Manuel Marsol, Editorial Orfeu negro, 2015. Premio Mejor ilustración infantil Amadora de álbum infantil en Portugal de 2015 y 1r premio en el 5º Catálogo Ibero-americano de ilustración de 2014. 
Es un libro sobre el paso del tiempo que nos invita a recordar que hay un misterio escondido detrás de las horas más anodinas del día. 
Puedes contrastar el magnífico trabajo de narrativa visual de Manuel Marsol que le valió todos estos premios a través del book trailer.

- ABZZZZ..., de Isabel Minhós Martins y Yara Kono, Planeta Tangerina, 2014. Seleccionado en el Nami Concours de 2015. El estilo gráfico de Yara Kono me pareció representativo, muy portugués. El título reproduce la onomatopeya de cuando caemos dormidos y de eso se trata, de provocar sueño a esos niños que se resisten a caer en brazos de Morfeo porque estar despierto es más divertido. Para conseguirlo ABZZZZ propone un ABC del sueño que hará cerrar los ojos de los más pequeños mucho antes de que el abecedario llegue a su fin. De hecho, hasta el título del libro consiguió dormirse...

- Eléctrico 28, de Davide Cali y Magali Le Huche, Nuvem de Letras, grupo editorial Penguim Random House, 2017. Es un puro souvenir a pesar de que el escritor es italiano y la ilustradora francesa, y fuera publicado originalmente en francés por ABC Melody. Explica el día a día de Amadeo, un conductor del mítico tranvía 28 de Lisboa que tiene un propósito secreto: hacer vivir a sus pasajeros historias de amor en una de las ciudades más románticas del mundo.
El trabajo de Magali Le Huche es bastante solvente. Puedes conocerla mejor en esta entrada que Cristina Camarena le dedicó en el blog de Kireei.



Se acabó el sueño y toca volver a la realidad. Poner lavadoras, hacer cuentas de los gastos, poner en orden el bullet journal, retomar tareas,... en definitiva, ¡ponerme al día!
¿Y tú qué tal? ¿Has hecho vacaciones? ¿Has ido a algun sitio para desconectar y recargar baterías?

Cuéntame en los comentarios ;)



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sábado, 13 de enero de 2018

Repasando 2017 y planificando 2018

Lo sé, otra vez llego tarde. Pero no quería empezar el año sin hacer un breve balance de 2017 porque si no lo hago, sé que me arrepentiré. Además, esta vez tengo una buena excusa: ¡estuvimos en Roma! :)

Por primera vez nos saltamos la tradición de quedarnos en casa como un par de yayos ataviados con batas de guatiné, y salimos a celebrar el fin de año. 
Dice la tradición que si, después de la cena de Capodanno, consigues terminarte la "tapita" de lentejas, tendrás suerte

Han sido 6 días en la ciudad eterna intensos, largos y agotadores pero maravillosos. ¡Pura desconexión!

Como ya había estado anteriormente, en verano de 2008, reconozco tenía una concepción más "romántica" de la ciudad. Es por esa razón que me ha decepcionado un poco. Para empezar, supongo que las fechas tendrán algo que ver, había demasiada GENTE. Es lo que MÁS me ha agobiado, Roma está MUY masificada
Gente, mucha gente y el Castillo de Sant'Angelo al fondo
Tener que hacer cola para entrar en sitios como el Panteón o la Basílica de San Pedro (cuando antes podías pasear libremente)..., aparte de la desagradable sensación de que te traten como a un rebaño de ganado al entrar en la Capilla Sixtina... está feo:(

También había mucha más vigilancia (presencia de militares en las estaciones de metro) por alerta terrorista. Esto, hace 9 años, era impensable.

El tiempo (humedad y frío), el horario (escasa luz diurna; a las cinco de la tarde ya oscurecía), la masificación turística (¿lo he dicho ya?), el ritmo y el nivel de vida (caótico y caro)... son factores que han jugado en nuestra contra. Pero por lo demás, que no todo van a ser quejas, la experiencia ha sido genial. 

Qué decir de la comida... los italianos son únicos cocinando pasta al dente, por no hablar de las pizzas, las foccacias, los bocadillos, ...
Bocadillo de Bread In, cerca de Piazza Navona

¿Y del enorme patrimonio histórico y artístico? A cada esquina había una fuente, una iglesia o un yacimiento que ver (no me extraña que sigan paralizadas las obras de la tercera línea de metro...)
Nos hemos recorrido Roma de cabo a rabo (una recomendación: píllate Roma Itinerarios de Lonely Planet), incluso nos desplazamos hasta Ostia Antica... pero volveremos, y tanto que volveremos, sobretodo para visitar las pinacotecas de la Gallería Borghese, el Palazzo Barberini,... porque Los Museos Vaticanos sí, también nos decepcionaron.

Por eso la vuelta al cole se me ha hecho tan dura... (como que he bajado la guardia y me he vuelto a resfriar) pero vayamos a lo que toca:

Resumen de mi 2017



A grosso modo, 2017 ha sido un año agridulce. Un año de contrastes. La rehabilitación de mi rodilla ha sido dura y larga pero ese tiempo, necesario para recuperarme, ha servido para darme espacio y ver desde dentro cómo estaba afrontando lo de fuera

Por otra parte, septiembre supuso un punto de inflexión. Como el año anterior, tenía la visión de que, después de esta larga peregrinación, obtendría mi recompensa. Y así fue. Volví a la actividad laboral, volví a Ensenyament.
 
A nivel de objetivos, me propuse todo esto al empezar el año. ¡Casi nada! Pero estoy bastante satisfecha con los resultados:

Planificar el año a través del bullet journal me ha permitido organizarme mejor aunque todavía debo mejorar la acción. No soy del todo constante como me gustaría. 

Organización. Aprobado justito. Me confío y luego, a correr.
Ilustración personalizada de la familia Ruiz Asensio. Septiembre '17
Relativizar. Suspenso. No aprendo. Sigo implicándome en la docencia y me exijo demasiado. Y al final eso me afecta (me agoto, me quedo sin energías y acabo enfermando). Me cuesta distanciarme y centrarme más en la ilustración. 

Decir NO más a menudo y anteponer mis intereses por encima de los demás (practicar la asertividad). Bastante bien, tirando a notable. He conseguido dedicar menos tiempo a contentar a los demás (tenía una limitación física que me lo impedía) y me he dedicado más a mí misma (acelerar mi recuperación, terminar las ilustraciones de Il·lustríssi+ y Cigronet, y perder ¡6 kg!, aunque esto último ni me lo había planteado como objetivo).
Inauguración de la exposición Il·lustríssi+ en el centre cívic Urgell de Barcelona. Marzo '17

Evitar la dispersión y las distracciones. Notable. Apuré antes de que me operaran, que aún gozaba de cierta movilidad, para cerrar temas, evitando dispersarme y centrándome en abordar tareas más prioritarias.
Mis ilustraciones llegaron para la V fira "Conte va, va de contes" de Vilanova i la Geltrú. Mayo'17
Debido a mi limitada movilidad, no llegué a alquilar un espacio en un estudio o co-working pero pude vencer la falsa idea de que en casa no podía trabajar porque me distraía (excusas).

Delegar. Suspenso. Soy demasiado Juan Palomo :(

Invertir en mi marca. En proceso todavía. Tengo mis reticencias, no porque no sea necesario sino porque me cuesta elegir la mejor opción (hay demasiada oferta y tengo miedo a equivocarme. Reconozco que soy una cagona).

Premiar mis logros y potenciar mis citas de artista. Notable alto tirando a excelente. He visitado museos, visto exposiciones, visionado películas y series, y he cursado unos cuantos talleres (ilustración, lettering, sketchcrawl, márketing de contenidos,...) que me apetecía mucho hacer. 
Practicando urban sketching tras mi operación de rodilla en el Parque Güell. Junio '17

Y por último, el objetivo de TERMINAR (mi palabra talismán) creo que está más que conseguido.
Pensé que este momento no llegaría nunca porque:

¡Finalicé Cigronet!


Esta es la foto que hice en agosto:

Aunque no he conseguido publicarlo todavía, no pasa nada, sé que este año lo conseguiré (¡spoiler!). De hecho, aún resuena en mi cabeza el consejo que en Sant Jordi me dijo Marta Altés: "¡A por ello!"
En primera línea fui testigo de un excepcional encuentro: Helen Oxenbury conoce a Marta Altés. Abril'17

También hice muchas más cosas que me han traído un gran crecimiento personal (conocer gente nueva e inspiradora, empezar un plan de Enfoque, visitar Tarragona, Madrid, Roma,... ).



Planificación de mi 2018



Ahora hablemos de 2018, que ya toca. Pensaba que no llegaría el momento de sentarme a escribir mi lista de propósitos para este año. Al haber estado media navidad griposa, la otra media, fuera, y haberme incorporado bruscamente a la rutina laboral, que no encontraba un ratito para ponerme a pensar cómo será este 2018 para mí.
Mi nuevo bullet journal, regalo de navidad de mi marido

Mi intuición me dice que lo que quiero es muy parecido a lo que quería el año pasado, al menos en ciertos aspectos, así que he optado por repasar la lista de lo que me propuse. 

Me quedé a las puertas de publicar Cigronet por eso sé que este año va a ser grande y lo voy a conseguir. No va a ser lo único que publicaré. También haré lanzamientos de otras cosas (no necesariamente en papel). 
Y hasta aquí puedo contar...

Pero para poder llegar a todo y no volverme loca en el intento, bajaré el ritmo de exigencia. Como apuntó mi coach, verme de nuevo trabajando a media jornada en un instituto "de alta complejidad" con el objetivo de siempre (equilibrar docencia con ilustración) va a suponer todo un aprendizaje

Sé que mi naturaleza perfeccionista no ayuda, pero me he dado cuenta de que tengo que dejar de intentar abarcar tantas cosas. Necesito cargarme de energía positiva, y disponer de tiempo libre es básico para poder hacerlo. 
Para empezar, he reorganizado mis talleres y clases particulares de manera que ya me he blindado el viernes. Ahora lo tengo completamente libre para mí.

Estoy lista para ir tachando objetivos uno tras otro y centrarme de verdad en mi marca, en publicar Cigronet y otros proyectos, y en gestionar mis talleres de ilustración. De hecho este martes empezamos el 2º trimestre del taller de ilustración en el centre cívic Urgell y atención, gente de Sabadell y cercanías, ¡habemus monográfico de Iniciació a la il·lustració en febrero!

También estoy organizando un club de lectura de álbumes ilustrados en mi localidad a la manera del Picture Book Surgery de Diana Toledano y Charlotte Cheng.


Seguiré con las publicaciones del blog compartiendo contenido relacionado con la creación de álbumes ilustrados. Además, dentro de poco publicaré dos nuevas entregas de Ilustrando a... que, por el feedback recibido, habéis acogido de buen grado.
Las estadísticas así me lo confirman

Y creo que no me dejo nada más en el tintero.
Hasta aquí, a grandes rasgos, mi reflexión y propósitos para 2018

¿Qué te ha parecido? ¿Has encontrado puntos en común? ¿Qué te has propuesto este año?


Me encantará leer tu opinión en el apartado de comentarios ;)



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viernes, 16 de diciembre de 2016

Berlin, Berlin

(Ya sé, esta entrada estaba pendiente desde HACÍA tiempo...)

Berlín nos ha encantado. 
Es una ciudad muy rica y viva culturalmente. Hay tanto que ver y aprender...

Por problemas logísticos (perdimos el vuelo y dos estancias), sólo estuvimos 4 días. Eso sí, fueron los 4 días más completos e intensos porque pudimos verlo -casi- TODO:

Nos 'cascamos' 3 rutas a pie (6 km el primer día, 12 km el segundo y 8 km el tercer día), nos quemamos (un solano... un calor seco... ¡ni una nube!) y sufrimos los desniveles de los adoquines asesinos (¡qué manía con cambiar de pavimento en todas las salidas de aparcamiento!)
Suelo del mega centro comercial Alexa Shopping Mall
Delante del muro pintado por mi profesor de ilustración Ignasi Blanch en la East Side Gallery
Concierto de pequeño formato a la orilla del río Spree, detrás de la East Side Gallery
Interior del Europa-Center, el primer rascacielos de Berlín en 1965
Los hermanos Grimm retratados en la pinacoteca Altes National Gallerie
Uno de tantos fragmentos de muro esparcidos por la ciudad
Patio interior del Hackescke Höfe, un edificio hermosamente restaurado en el barrio de Scheneunviertel
Rotes Rathaus (Ayuntamiento Rojo)
Gendarmenmarkt, considerada la plaza más bonita de Berlín
Monumento al holocausto, uno de los lugares que más nos impresionó
Escaleras del Marie-Elisabeth-Lüders Haus que dan una 'idea' de la monumentalidad del edificio
Postdamer Platz, un auténtico tesoro de arquitectura contemporánea
Por si fuera poco, el transporte público era bastante caro y viejo (no había aire acondicionado, ni siquiera en los trenes de cercanías) y como tampoco supimos medir bien las distancias (como en Nueva York), nuestros piececitos se resistieron. Menos mal que los pudimos meter en remojo en la fuente de Neptuno de Alexanderplatz.
Spa pedicurero
Pero estamos muy contentos de este viaje express, de todo lo que vimos y aprendimos tras más de 3 años de sequía viajera.

Por supuesto que me encantaría volver pero no en verano, sino en invierno. 
Lo sé, es un suicidio (ya me han advertido de las bajas temperaturas) pero como friki de la navidad, me muero por ver los mercadillos navideños. Y es que, con las prisas y la agenda tan apretada, ¡me quedé con las ganas de adquirir mi Cascanueces! Y_Y

martes, 20 de enero de 2015

Ruta 'foodie' por Madrid, entre lo hipster y lo castizo

Empezaré diciendo que esta mini escapada del 2 al 5 de enero la planificamos para compensar las vacaciones de verano que no pudimos disfrutar y para vernos con Jose, mi mejor amigo de Madrid, quien, tras más de 8 años viviendo en Tokyo, había decidido instalarse definitivamente en la capital. 
A nuestra expedición se unió Takako Maeda, una joven japonesa afincada en Barcelona desde hace 3 años, amiga común de ambos. La ocasión ideal para reencontrarnos todos y matar dos pájaros de un tiro ;)
A pesar de que los tres ya habíamos estado en Madrid, teníamos muchas ganas de turistear, visitar museos y sobretodo, probar delicias culinarias (nos gusta comer bien). Sirva esta entrada para compartir todos los sitios que probamos y para agradecer a Verónica Algaba que publicara este inspirador post.

Llegamos con el AVE la mañana del viernes a la estación de Atocha sobresaltados por una amenaza de bomba. 
"A la calle, a la calle. ¡Todo el mundo a la calle!"
Empezamos bien...
Una vez fuera del recinto y pasado el susto inicial, vimos como un gran dispositivo policial había cortado todos los accesos y las calles colindantes a Atocha. Por eso, el recorrido previsto en metro lo tuvimos que hacer caminando hasta Conde de Casal donde se encontraba nuestro hotel, un lujoso 4 estrellas de estilo británico, el Hotel Claridge.

Aprovechamos la proximidad para visitar el Parque del Retiro y hacer tiempo hasta nuestro encuentro con Jose y su mujer Miyuki. Nos habían citado para comer en la Latina en un restaurante especializado en hamburguesas caseras, el Mad Café.
[Ahora que estoy editando las fotos cometimos un fallo gordo: ¡NO nos hicimos fotos de grupo con Jose y Miyuki! >_<]

El resto de la tarde la pasamos en casa de los padres de Jose, en Getafe, con un viejo conocido de nuestra época 'otaku', Alberto y su familia hispano-japonesa.
Con un solo plato te quedabas saciada. Yo me pedí la Texas Burguer que llevaba aros de cebolla, ¡increíble!




























Volvimos a nuestro hotel para cenar y prepararnos para el sábado, que prometía ser potente y es que de buena mañana nos 'cascamos' 4 horas visitando las 50 obras maestras recomendadas del Museo del Prado

Salimos con un hambre atroz hacia el barrio de Chueca, cruzando los dedos para que nos dieran de comer en Lo Siguiente, un bistro-bar que Verónica había recomendado y que no nos decepcionó.
Trato amable, ambiente distendido y raciones generosas además de una bonita decoración, todo bastante hipster
Dados de solomillo
Huevos estrellados
Croquetas líquidas
Callejeamos un rato para bajar la comida a la búsqueda de una cafetería cuca hasta que encontramos la refinadísima pastelería Pomme Sucré.
Un delicioso té biológico servido en un no menos delicado y distinguido juego de tetera y taza de porcelana
Después de bajar por la calle de Fuencarral, nos dirigimos hacia el Saporem de Ventura de la Vega donde habían montado un mercadillo navideño pop-up en el que se encontraba, entre otros puestos handmade, nuestra admirada Olivia Soaps a quien Takako había conocido, y comprado, en el Festivalet.
Tras saludar (y confundir) a la hermana de Paula y hacer el 50% de nuestras compras de Reyes, nos fuimos a cenar por la zona de tabernas y tascas que hay justo detrás de Sol.

Tuvimos la suerte de 'llegar y engranar' en la taberna vasca Kaixo que nos recomendó muy acertadamente un compañero de trabajo de Takako.
Nada como una San Miguel helada para abrir el apetito...
Me gustó el detalle de los montaditos de bienvenida
Pimientos del piquillo rellenos de bacalao para compartir
Una tosta 'vasca' para cada uno. La de Takako de gulas con allioli; las nuestras, de pollo con queso brie y salsa de mostaza

El domingo por la mañana quisimos hacer una actividad típica madrileña, perdernos por las calles del Rastro.  
Antes de empezar, nos tomamos un buen desayuno en + Que Pan, una panadería de la Latina que nos recomendó Alicia G. Rey, cuyo estudio se encontraba muy cerca. A pesar de que no pudimos quedar con ella, nos vino súper bien su recomendación.
Nunca habíamos probado el croissant a la plancha, pensamos que era una broma cuando nos lo sugirieron, pero la verdad es que nos encantó.

Después de explorar infinitas tiendas de antigüedades y probarnos auténtica ropa 'vintage', abandonamos el Rastro en dirección a la Taberna La Bola, casa fundada en 1870, especializada en Cocido Madrileño.

Decir que mi marido pudo con un puchero de barro individual. En cambio, el nuestro casi acaba con nosotras y eso que lo compartimos (tenemos una buena anécdota que contar al respecto).
Primero, el caldo con los fideos
Luego, los garbanzos con todos los tropezones de carne
Pero donde empieza el 'trabajo' verdadero es, desmenuzar la carne, añadir la col rehogada, condimentar con la salsa de tomate (opcional) y por último, a comer
Un orujo de regalo para digerir a la bestia parda llamada 'Cocido Madrileño'

El resto de la tarde nos salió un poco "fail". Queríamos 'quemar' el Cocido a base de patear el Museo Casa Sorolla pero sorpresa, estaba cerrado. Tampoco pudimos ver la exposición temporal del mismo artista en la Fundación Mapfre que, pese a ser gratuita, tenía el aforo completo.

Optamos por dividimos. Así, mientras Takako y yo pateábamos el barrio de Salamanca cual Pretty Women de saldo, Ricardo visitó la exposición de Ibáñez en el Círculo de Bellas Artes.
En el barrio de Salamanca vimos frustrados nuestros deseos de merendar en El Kiosco del Pan y en Federica & Co al encontrarnos ambas cafeterías cerradas.
Por suerte, nos pudimos asegurar el tanto en un establecimiento que estaba abierto los 365 días del año donde, a la salud de Takako (seguía empachada de Cocido), merendamos-cenamos unos auténticos churros con chocolate. Me refiero a la Granja Chocolatería más típica de Madrid, San Ginés

La mañana del lunes la dedicamos a visitar los Jardines de Sabatini cercanos al Palacio Real y la Catedral de Nuestra Sra. de la Almudena. De allí fuimos caminando hasta el Templo de Debod, uno de los sitios que me enseñó Jose cuando vine por primera vez a Madrid.


Quedamos para comer con Miguel, el compañero madrileño de trabajo de Takako, en el restaurante Bazaar, en pleno corazón de Chueca. Un restaurante del grupo Andilana donde puedes comer de menú diario por poco menos de 11€.

Gazpacho y filete de perca con gulas
Al salir del restaurante, muy cercano al Mercado de San Antón, le pedimos a Miguel que nos hiciera de cicerone por las calles de Malasaña. Nos mostró establecimientos míticos del barrio como la peluquería Corta cabeza regentada por un enano. Justo al lado encontré La Antigua, la tienda fundada por Silvia Calles Closet, Lady Desidia y Lucetemas.


Y así fue como nos despedimos de Madrid la víspera de Reyes para embarcarnos de nuevo en el AVE con destino a Barcelona.


Agradecimientos a: 
Javier Carballal y Marta de Castro por sus recomendaciones.
Takako Maeda por la mayoría de fotos, hechas con el móvil, de los lugares y los platos que ilustran esta entrada.