Hace ya unos cuantos meses que dimos a conocer a la
ganadora del sorteo que hicimos entre Diario de una novia y servidora. Patricia
Esther H. fue la afortunada que se llevó el gato al agua de entre un total de 75
participantes. El premio, ya de por sí más generoso de lo habitual, consistía
en el diseño de una invitación de boda ilustrada completamente
personalizada más el servicio de impresión
materializado en 100 invitaciones con sus
respectivos sobres a juego.
Tras contactar con la ganadora, que se casó ese
verano, empecé a trabajar en el concepto y el diseño de su invitación que tenía
como característica
principal la ilustración de los novios con el rostro sesgado siguiendo como
referencia mi propia invitación de boda que puedes recordar aquí.
Patricia Esther me pidió si, además de ellos, podían aparecer acompañados de Nica, su perro Teckel. De hecho, yo le
quería dar más protagonismo a la perrita incluyéndola también en la contraportada pero por decisión de los novios fue sustituida por un logotipo con sus iniciales.
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A la izquierda, el primer esbozo de los novios. A la derecha, el segundo boceto donde se ha sustituido la indumentaria informal del novio por un traje. También se suprimió la chaquetilla dorada de la novia dejando al descubierto un elegante escote palabra de honor, y se alargó el cuerpo salchicha del teckel. Abajo, primera disposición de portada con una composición de suculentas en las esquinas, y la contraportada con un fondo de peonías blancas en línea dorada. |
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| Collage con imágenes de teckel con las que me familiaricé para dibujar a mi primera versión de Nica |
En cuanto a los vestidos, le pedí a Patricia que me
facilitara modelos de referencia parecidos, que no iguales, a
los que iban a lucir el día de su boda.
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Las dos primeras imágenes me las cedió Patricia. Las de abajo las encontré en Oncewed para dar con una pose sencilla que fuera fácil de recortar por arriba y focalizar de nuevo las manos cogidas de los novios. |
En cuando a las flores que iban a componer el ramo de la novia, Patricia mostró predilección por las suculentas y las peonías blancas.
Tenía claro que al ser los novios el centro de
atención (junto con Nica) debía coordinar el conjunto en base a una clave de
color concreta de la misma manera que el resto de sus preferencias.
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Detalles ampliados del original dibujado y pintado con acrílicos.
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Y, ¿cómo trabajé para realizar una
invitación de boda de unos novios como Daniel y Patricia, residentes en Madrid,
con quienes no me reuní ni una sola vez? pues gracias al correo electrónico
pudimos comunicarnos y entendernos fácilmente. Además, la novia me facilitó parte del trabajo al enviarme un panel de inspiración con la clave de color, la localización y la elección
de unas tipografías determinadas.
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Documentación gráfica cedida en su totalidad por la novia.
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¿Cómo veis este
tipo de invitaciones? ¿Os atreveríais a incluir vuestras
ilustraciones en la invitación de vuestra boda? A mí me ha encantado
darle mi particular estilo sin olvidar la personalización.
Sólo espero que
tanto los novios como sus invitados valoren el resultado de este meticuloso trabajo.
¿Te atreves con una invitación así? contáctame y te ilustro lo que haga falta ;)
Invierte en una
invitación personalizada, os recordarán por mucho
tiempo.
