El Camino del Artista no es un libro de autoayuda al uso. De hecho, no es
un libro de leer, es un libro de hacer y ahí radica la diferencia. Aparte de
ser considerada la biblia de los creativos y una de las herramientas de
desbloqueo más potentes que existe, lo único que merece la pena es que lo
leas pero, sobre todo, lo pongas en práctica.
¿Por qué me empeño en reseñar y recomendar este libro?
Antes que nada, quiero aclarar que no me mueven intereses económicos. Ni me llevo comisión (qué más quisiera) ni soy embajadora de ninguna "vendemotos". Si lo recomiendo es porque quiero, porque a mí me ha funcionado y porque estoy más que segura de que a ti también te servirá.
Con este libro entrenarás la voluntad y romperás malos hábitos para rescatar aquello que te hizo sentir bien y que temporalmente dejaste de lado. Disfrutarás del proceso, de ese momento en que todo lo demás parece desaparecer. Conectarás con tu creatividad.
¿En qué consiste?
Durante 12 semanas te comprometes a seguir el programa propuesto por la autora; doce semanas dedicadas a ti y a tu creatividad. Una especie de terapia
pero contigo misma.
Además de los ejercicios al final de cada capítulo, debes implementar dos
poderosas herramientas que intentarás mantener siempre, creando así un nuevo hábito de
conducta: las páginas matutinas y la cita con el artista.
1. Las páginas matutinas es lo que se llama escritura automática. Es decir, cada mañana cuando te despiertes, cogerás papel y boli y empezarás a escribir
en tres hojas todo lo que se te pase por la cabeza, sin autocensura, sin fijarte en la ortografía ni en hacer buena letra, simplemente traspasando al papel todo
lo que salga de tu mente sin filtrar. Es en ese espacio de tiempo (te llevará de
30 a 45 minutos) cuando empezarán a brotar un montón de ideas, que si no sacas a la
superficie se quedarán enquistadas en tu mente y seguirás dándole vueltas a lo
mismo una y otra vez.
Escribiendo, no sólo eliminarás esos pensamientos
negativos y por consiguiente, empezarás el día con la mente libre de impurezas,
sino que también harás sitio a las "sincronías" (serendipias) o como las llamo yo,
"revelaciones".
2. La cita con el artista
Una vez a la semana quedarás con tu niña
interior, para que le des permiso a salir. Eso quiere decir que tendrás que decidir cómo alimentar a tu artista,
llevándole a algún lugar donde se sienta bien y que habitualmente no le permites
por parecerte prescindible.
Has de obligarte a estar contigo misma dándote aquellos mimos y caprichos que te mereces y que ayudan a alimentar tu manantial creativo. Tendrás que ir sola al cine, ver una exposición, dar un paseo, asistir a una conferencia o a una masterclass,… cualquier cosa que te haga sentir bien y a la vez estés alimentando tu pozo de recursos creativos.
Uf, demasiadas tareas... ¿y todo esto en doce semanas?
No pasa nada si te demoras o te encallas en un capítulo
durante semanas. El beneficio de acabarlo, tardes mucho o poco, es enorme.
De veras, te lo recomiendo: El Camino del Artista de Julia Cameron.
Ediciones Aguilar.
¿No puedes permitirte el libro? Que no sea un obstáculo.
Puedes suscribirte al canal de You Tube de Cristina Ingrid B, incluso unirte al grupo de facebook del mismo nombre: Julia Cameron EL CAMINO DEL ARTISTA audiolibro. Aunque este proceso se hace a solas, es mucho más beneficioso compartir tus dudas y progresos (que los habrán) en compañía.
Si te animas a hacerlo, me encantará conocer tus impresiones ;)
PS: desconfía de aquellas actividades, leáse talleres, que se
lucran del programa de Julia Cameron, van en contra de su filosofía.