lunes, 10 de marzo de 2025

Ilustrando a... Rosa Álamo

Bienvenida a esta sección de entrevistas a autoras integrales de álbum ilustrado cuyo objetivo es conocer sus procesos de creación y visibilizar su obra.

Hoy te presento el trabajo de Rosa Álamo


1. Tus inicios. ¿Cuál es tu formación académica? ¿Cuándo te interesaste por la ilustración y en especial, por el álbum ilustrado?

Yo estudié Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid. Me licencié en 2005 y en aquel momento no recuerdo que en mi universidad se hablase de ilustración o hubiese si quiera la posibilidad de cursar alguna asignatura en ese campo. Así que mi enfoque fue desde el primer momento a la rama de las artes plásticas, cogiendo también todas las asignaturas posibles del departamento de didáctica de la facultad, porque desde muy joven había tenido claro que quería dedicarme a la enseñanza.

Cuando terminé la carrera tuve la suerte de recibir varias becas, recibí la Beca de Paisaje de Ayllón (Segovia), la Beca Paisaje de Mondaríz (Galicia), y un poquito después la de la Fundación Antonio Gala (Córdoba), así que enlacé períodos en los que me pude dedicar a pintar y trabajar en mis proyectos sin preocuparme por nada más.

Cuando volví a vivir a Madrid, tras la Fundación Antonio Gala, seguí pintando con la misma intensidad y empecé a dar clase de técnicas artísticas en un Centro de Formación, y hará unos diez años descubrí que los lienzos se me estaban empezando a quedar pequeños porque yo quería contar historias. Llevaba ya tiempo acumulando libros ilustrados en mi librería sin atreverme a dar el paso de intentar hacerlos, hasta que decidí formarme. La literatura en mi vida siempre había sido muy importante, y mi pareja me dio el empujón que necesitaba para hacerlo. Empecé en la escuela Billar de Letras, de Madrid, con un curso anual de Libro ilustrado muy completo donde conocí a grandes ilustradores y editores. Después he seguido, porque me encanta aprender y creo que la formación debe ser algo continuo en nuestras vidas, con cursos de escritura, de libro informativo, de técnicas con diferentes ilustradores, de portadas…

2. ¿Recuerdas tus cuentos favoritos de pequeña? ¿Crees que te han influido en tu trabajo?

Mi mejor recuerdo es un cuento que mis padres me regalaron y que guardo como un auténtico tesoro: Cuento del Rey Sultán de Alejandro Pushkin, ilustrado con gran maestría por I. Biblín.
En mi casa no hubo muchos cuentos, pero siempre ha habido libros y sobre todo cómics, y eso ha sido una gran suerte. Mi padre ha sido muy lector y lo ha alimentado desde que éramos pequeños y mi hermano, más mayor que yo, siempre estuvo fascinado por el mundo del cómic, lo que hizo que yo pudiera acceder a ello de una manera muy natural. Ese interés en el cómic hizo que yo haya estado llevando un Taller de cómic para niños y adolescentes durante once años en el Centro de Formación en el que trabajo.

3. ¿Cuáles son tus referentes actuales?

Muchísimos, la verdad. Hay una cantidad de artistas en la actualidad con un talento increíble a los que me encanta ver, leer o escuchar. Me fascina la exquisitez con la que Alejandra Acosta se adapta a cada texto que ilustra. Me pasa lo mismo con Concha Pasamar, Javier Sáez Castán o Adolfo Serra. Y puedo seguir: Joanna Concejo, Marta Altés, Sydney Smith, Ana Juan, Anthony Browne, Dani Torrent, Federico Delicado, Albertine Zullo… y me estoy dejando gente.

4. ¿De dónde surgió la idea de tu primer libro?

Mi primer álbum ilustrado se tituló No es un día cualquiera y surgió un sábado por la noche viendo un documental en la 2, sobre un lugar llamado The Heidelberg Project situado en Detroit, Estados Unidos. Puede que esto sucediera hace más de diez años. Durante bastante tiempo estuve pintando piezas, algunos lienzos con acrílico y óleo, y varios dibujos con acuarela y gouache, que hablaban de ese lugar hasta que me di cuenta de que necesitaba contar una historia y fue cuando me senté a escribir y a dar formar al storyboard. Puse en práctica todo lo que había aprendido en los diferentes cursos que había hecho, y aunque me llevó cerca de dos años completarlo todo, al acabarlo tuvo un aspecto medianamente interesante.
No es un día cualquiera (2022) © Rosa Álamo

Yo quería contar una historia con dos personajes llamados Elliot y María, un oso de peluche de los que regalan en los parques de atracciones y su amiga que es una rata de peluche que alguien se dejó olvidada en el parque. Juntos quieren conocer qué hay fuera del parque de atracciones en el que viven porque sienten que debe haber algo más ahí fuera. Hay un sentimiento de soledad que les rodea a ambos, se tienen el uno al otro, pero no parece que tengan nada más.

Juntos se marchan de excursión y llegan a The Heildelberg Project, que es un área de Detroit que estaba muy deteriorado y fue reconstruido por los vecinos liderados por el artista Three Guyton, a través de material de desecho como peluches, maderas o simplemente puntos de colores. Van a descubrir un mundo totalmente diferente. En definitiva, van a entrar de lleno en el arte.
Interior de No es un día cualquiera (2022) © Rosa Álamo 

Creo que está implícita un poco en esta historia la idea de que cuando viajamos, descubrimos cosas sobre nosotros mismos que no imaginábamos, también porque mirar con los ojos bien abiertos "hacía fuera" nos hace más empáticos y mucho más tolerantes.

5. ¿Cómo fue tu primera experiencia como autora profesional? ¿Quién te dio la oportunidad?

Quizá uno de los mayores golpes de suerte que he tenido ha sido que seleccionaran mi álbum ilustrado inédito Mi madre me contó que mi abuela en el concurso The Unpubished Picturebook Showcase en 2022. Eso hizo que la maqueta del libro viajara a la Feria del Libro de Bolonia y se pudiera ver en el stand del concurso. Gracias a ese libro firmé mi primer contrato con la editorial Thule, y espero que pueda salir publicado en 2025. Así que esa fue mi primera oportunidad como autora profesional, gracias a José Diaz.
Capítulo 1 para Mercè Rodoreda. El jardín de todos los jardines. 
Ed. Vegueta infantil (2024) © Rosa Álamo

Después llegaron otras personas maravillosas, como Javier Alcázar, de Lecturia, que me propuso ilustrar Las hermanas Bunner de Edith Warhon (2023), Eva Mol de Vegueta infantil, que me propuso ilustrar Mercè Rodoreda. El jardín de todos los jardines (2024) o Barbara Centorbi y Gillermo Pérez Aguillar, de Avenauta que quisieron sacar adelante mi proyecto de no ficción Animales y artistas. Historias de amistad entre creadores y fieras (2024). A todos ellos les estoy profundamente agradecida.
Capítulo 2 para Mercè Rodoreda. El jardín de todos los jardines.
Ed. Vegueta infantil (2024) © Rosa Álamo

6. Sobre el proceso de escritura, ¿cuánto tiempo te lleva escribir una historia? ¿Dónde buscas la inspiración o los posibles temas?

Pues ya, desde hace algún tiempo, la escritura se ha convertido una constante en mi vida, y paso mucho tiempo trabajando en diferentes historias a lo largo del año. Algunas sobreviven, otras las descarto. Anoto muchas ideas, algunas pueden pasar largos períodos sin que les pueda dedicar tiempo, un ejemplo fue Animales y artistas, que hice tres ilustraciones y aboceté varios artistas, tomé notas y ese proyecto se quedó en mi sketchbook durante bastante tiempo hasta que se pudo hacer realidad. Y en ese texto de no ficción, que son biografías de artistas y su relación con el mundo animal estuve trabajando unos tres meses de manera intensiva.
Animales y artistas. Historias de amistad entre creadores y fieras.
Ed. Avenauta (2024) © Rosa Álamo

También muchas veces es bueno que las historias maduren, igual que maduramos nosotros. Una historia puede evolucionar o distorsionarse según nos cambia la vida a nosotros. Ahora mismo tengo tres textos para álbum ilustrado acabados, y uno de ellos, me ha llevado cerca de un año, cogiéndolo y dejándolo. A mí me ha ayudado mucho formarme en El sitio de las palabras, junto a Mar Benegas, Jesús Ge y Anais Baranda, en sus cursos de escritura.
Interior de Animales y artistas. Historias de amistad entre creadores y fieras.
Ed. Avenauta (2024) © Rosa Álamo

En cuanto a la inspiración para esos procesos lo encuentro en la vida, en mi día a día y en mi experiencia vital. Por ejemplo, Mi madre me contó que mi abuela, habla del curso de la vida y su transformación a lo largo del tiempo, poniendo de manifiesto que las cosas no desaparecen, sino que se transforman. O La casa, que es uno de los textos inéditos que acabo de terminar para hacer con él un álbum ilustrado, de alguna manera está hablando de mi relación con mi padre, cuando yo era pequeña y compartíamos tiempo juntos.

7. Proceso y metodología, ¿cómo te organizas y trabajas? ¿Podrías describirme tu día a día?

Soy una persona de rutinas. También el hecho de dar clase bastantes horas a la semana hace que deba tener muy estructurado mi tiempo para saber aprovecharlo. Básicamente me levanto muy temprano para ir a impartir mis clases, y los días que solo trabajo de mañana vuelvo a casa a las 15 horas, como, descanso un poco y me pongo a trabajar hasta la hora de la cena. Ahí dependiendo de en qué esté trabajando, debo repartir mi tiempo entre revisar correos y contestar, abocetar o empezar ya con el color definitivo. Siempre ando haciendo algún curso como alumna y también tengo que preparar mis propias clases, así que es un ajetreo constante.
Boceto para Mercè Rodoreda. El jardín de todos los jardines. 
Ed. Vegueta infantil (2024) © Rosa Álamo

El miércoles es el día de la semana que desde hace años no doy clase y me quedo en mi estudio trabajando en el proyecto con el que esté, es el día que más me cunde. Y los fines de semana le dedico bastante tiempo, la verdad.

8. ¿Cuál es tu objetivo como autora e ilustradora? ¿Qué mensaje quieres transmitir a través de tus obras?

Hay algo universal y muy bonito en el libro ilustrado y es esa idea que he oído a otros autores de que es el primer museo del niño, y yo quiero estar ahí, quiero formar parte de ese museo. Me parece una idea preciosa, acercar el arte, a través de esta unión de la literatura y la ilustración.

Ilustración interior de Animales y artistas. Historias de amistad entre creadores y fieras.
Ed. Avenauta (2024) © Rosa Álamo

Por otro lado, no sé si tengo algo interesante que decir, solo sé que tengo la necesidad de expresarme a través de esta posibilidad maravillosa que es el álbum ilustrado para niños o la narrativa ilustrada para adultos. Creo que al final, los autores o los ilustradores nos movemos por una necesidad de comunicarnos con nosotros mismos, y de hacer lo que queremos hacer, más que de querer trasmitir ningún mensaje. Puede que prime quizá la necesidad de contarnos las historias que nos hubiera gustado que nos contaran. Si luego a alguien le emociona nuestro trabajo es un plus añadido, desde luego.

9. ¿Estás trabajando en un nuevo libro? ¿Qué nos puedes contar sobre él?

Sí, ahora mismo estoy trabajando en mi primera novela gráfica. Está ambientada en los años noventa y es un proyecto personal, aún sin editorial, que explora el sentir adolescente en el que la vida es el ahora, no existe el futuro porque eres incapaz de verlo y tampoco existe el pasado porque simboliza al niño del que estás deseando deshacerte. Sigue a cuatro amigos en su día a día, y la protagonista es una niña de quince años llamada Lucía.

Tenía muchas ganas de trabajar en esta novela gráfica porque creé un guion que llevaba mucho tiempo esperando que lo retomase y empezase a darle forma, pero necesitaba tranquilidad para poder hacerlo. Este verano me puse a ello y estoy fascinada con lo que está saliendo. Realmente aún no sé si conseguiré después publicarla, pero estoy aprendiendo mucho, y sé que esto forma parte del proceso, y que de cualquier manera es beneficioso para los trabajos que vengan después. Querría intentar dar ese paso también hacia la novela gráfica.
Homenaje a Matar un ruiseñor © Rosa Álamo

10. Un último consejo a las que, como tú, quieran dedicarse a esto:

Bueno, realmente al dedicarme a la enseñanza de técnicas artísticas y compaginarlo con la ilustración y la pintura, no puedo afirmar que me dedique al 100 % a la ilustración y que, por lo tanto, viva de ello plenamente. Nunca he intentado dar ese paso, y no sé si me sentiría capaz de darlo, supongo que lo tendría que ver muy claro y no estoy en ese punto.

Es cierto que en los últimos años he ido viendo cómo iba haciendo cada vez más cosas enfocadas a la ilustración, por ejemplo, cada varios meses imparto talleres conocidos como Meet the Artist en la galería Creatitis Art Lab (C/Hernán Cortés, 9) que es una galería de Madrid enfocada en dar visibilidad al arte hecho por mujeres.

También, tanto en Creatitis como en otros puntos como Arteuparte (San Sebastian), El círculo de Bellas Artes de Madrid (gracias a Creatitis), La Recova (Madrid) y Los Artistas del Barrio (Madrid y Bruselas), se pueden adquirir mis ilustraciones. Y esto para todos los que quieren vivir del arte es un paso importante, así que quizá aconsejaría que se intenten formar mucho, de una manera constante y que llamen a muchas puertas, como tiendas y galerías.

Por último, en cuanto a la creación de álbum ilustrado no creo que tenga una carrera como para dar consejos, porque aún tengo muy poquito publicado y menos aún como autora integral, así que simplemente diría lo que me digo a mi misma: que es un mundo fascinante y que hay que seguir aprendiendo para hacerlo lo mejor posible.
Cartel por el día del libro infantil y juvenil © Rosa Álamo


Para obtener más información sobre Rosa Álamo, puedes visitar su web
También puede seguirla en su página de Facebook e Instagram





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lunes, 3 de marzo de 2025

La Reina en la Cueva

La reina en la Cueva es un cuento sobre la relación entre 3 hermanas, Franca, Carmela y Tomasina. Se centra en la búsqueda de la propia identidad y la despedida de la infancia cuando se produce un cambio de etapa, donde la posibilidad de la aventura es tan aterradora como excitante.
© Júlia Sardà

Es el primer libro como autora y escritora de Júlia Sardà, una invitación para los más pequeños a entrar en un mundo fantástico arrollador, lleno de belleza pero también de oscuridades y misterios.

A nivel artístico destaca por un virtuosismo en el dibujo, atención a numerosos detalles, atractivas composiciones de página, fluidez de la narrativa, uso de una paleta de color restringida,...  
La Reina en la Cueva © Júlia Sardà
La ausencia de claroscuros es sustituida por otros recursos de profundidad como contrastes entre planos con texturas, perspectivas sencillas y una ingente documentación gráfica que alude a numerosas referencias de la cultura popular, el simbolismo,...

Júlia nos explicó que este proyecto le llevó 5 años de ejecución en parte debido a un bloqueo (inseguridad): nunca había escrito un cuento y las expectativas eran muy altas. Sólo tenía una idea muy primaria, tres hermanas que van a un sitio. No había más. Sin embargo, las editoras de Walker Books (Reino Unido) confiaron en ella y supieron reconducirla. Se atrevió y la historia empezó a fluir.
Prueba de portada © Júlia Sardà

¿Cómo lo hizo?
En este ejemplo, primero hizo la ilustración y después encontró la foto: ¿Quién eres tú? (Rebuscó su infancia y la reivindicó. También conformó su estilo). Su padre, pintor, tenía cajas llenas de fotografías como referencias. Esta foto era suya.
Documentación personal para La Reina en la Cueva © Júlia Sardà
Búsqueda de personajes © Júlia Sardà
Diseño de personajes previo © Júlia Sardà

En cuanto a la búsqueda de documentación y exploración fue libre, y se lo planteó como un juego antes de empezar a dibujar el libro. No obstante, a la hora de seleccionar las imágenes para crear el moodboard (panel de inspiración) es muy estricta: revisa la carpeta de imágenes de manera que sólo puedan caber en la pantalla.
Esbozo y página 5 de La Reina en la Cueva © Júlia Sardà

Referencias

Jeff Wall: hace fotos que son historias en sí mismas. Habla del mundo imaginario de los niños como lo hace Stephen King.
Composición inspirada en The vampires picnic de Jeff Wall
The Drain de Jeff Wall donde Carmela y Tomasina salen de la cueva para volver a casa

Gregory Crewdson de la serie Natural wonder le permitió cambiar la mirada y explorar la vida secreta de los animales desde otro punto de vista alejado de la visión androcéntrica. 
Natural wonder series, Gregory Crewdson

El taxidermista Walter Potter realiza dioramas con animales explicando historias como The death and burial of cock Robin.
La Reina en la Cueva © Júlia Sardà

La serie mítica Twin Peaks de David Lynch muestra lo que sucede al cruzar al otro mundo.

El cuento clásico de Alicia, de Lewis Carroll (os recomiendo ver la exposición Los mundos de Alicia en el Caixaforum) también aborda el terror de cruzar hacia lo desconocido.

Júlia también se inspiró en The stories of the night (traducido aquí como Los cuentos de mamá Osa) de Kitty Crowther por su universo sólido y porque sabe lo que quiere. El mundo de los sueños deforma la realidad.

Descubre a Takeo Takei en 50.watts, un portal que agrupa ilustración y arte de libros con inclinación literaria centrado en libros ilustrados internacionales y el surrealismo. Relacionó las hormigas con la infancia. Cuando eres pequeño, observas a las hormigas y, como ellas, recoges restos de la basura.
Takeo Takei en Fábulas de Esopo, 1925
La Reina en la Cueva © Júlia Sardà

La estructura que siguió cuando empezó a escribir era contar las cosas que le sucedían a la protagonista como si fuera pasando pantallas de un videojuego. Tenía que compensar el texto, a su ver poco original, con ilustraciones muy curradas. De hecho, de dibujar por placer le surgieron ideas porque conectó con la diversión.

Otra referencia que le inspiró fue el ambiente de la película Apocalypse Now.
Apocalypse Now de F.F Coppola, 1979

Utilizó el recurso de la danza porque es un lenguaje compartido secreto que sólo Franca y su némesis (la Reina) conocen. Y encontró en el butoh, un estilo de danza contemporánea japonesa, el ejemplo perfecto.
Esbozos de la danza Butoh para La Reina en la Cueva © Júlia Sardà

¿Por qué La Reina en la Cueva me gusta tanto?
Aparte de lo evidente, porque recupera la fantasía de los cuentos de hadas (a diferencia de los manuales de emociones tan de moda últimamente) que es a lo que debe aspirar un álbum ilustrado, entretener y activar la imaginación del lector. No hay una moralina pedagógica y se pueden extraer diferentes niveles de lectura (búsqueda de la identidad, la metamorfosis, el paso de la niñez a la adolescencia, adentrarse en lo desconocido, ...)
La Reina en la Cueva © Júlia Sardà

El formato es vertical y contiene ¡60 páginas! El diseño de la portada y contraportada son parecidas con leves diferencias. En la portada aparecen las 3 hermanas distribuidas de mayor a menor, en una composición en forma de L (de izquierda a abajo y luego a la derecha). 
La ilustración de la portadilla, que es un opening (presentación), actúa como resumen.
Portadilla de La Reina en la Cueva © Júlia Sardà

Las guardas son lisas, rojas, pero han insertado una página pre-portadilla para introducir la primera página simple (detrás figuran los créditos), lo que confiere al libro un diseño inusual. En el lomo aparecen 2 mariposas en miniatura enmarcando el título.
Primera página de La Reina en la Cueva © Júlia Sardà

Por cierto, la segunda parte ya está dibujada y se titulará The Witch in the Tower (La Bruja en la Torre) cuya protagonista será Carmela, la hermana mediana y el alter ego de Júlia (¿no te habías fijado en lo MUCHO que se parecen?). Tiene prevista su publicación en 2025.

Título: La Reina en la Cueva
Autora: Júlia Sardà
Editorial: Blackie Books
Año de publicación: 2021

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