martes, 30 de enero de 2024

Ilustrando a... Almudena Suárez

Bienvenido/a a esta sección de entrevistas a autoras integrales de álbum ilustrado cuyo objetivo es conocer sus procesos de creación y visibilizar su obra.

Hoy te presento el trabajo de... Almudena Suárez



1. Tus inicios. ¿Cuál es tu formación académica? ¿Cuándo te interesaste por la ilustración y en especial, por el álbum ilustrado? 

Yo vengo del mundo de la historia medieval, de la restauración y la pintura de iconos. Mis inicios están rodeados de pigmentos, pan de oro, gommalaca, gesso, tablas y unas rigurosas normas de ejecución de cada obra. Era un lenguaje fascinante pero muy estricto, para poder entender e interpretar correctamente la obra había que hablar con los mismos símbolos. Poco a poco empecé a desplazar la mirada hacia afuera, necesitaba un lenguaje propio para expresar lo que yo sentía, para saltarme las normas. La ilustración me había acompañado siempre, estaba ahí, a mi lado, sólo tenía que desviarme del camino. Y así aterricé en la Escola de la Dona con Ignasi Blanch que me devolvió la libertad de dibujar lo que quería.

2. ¿Recuerdas tus cuentos favoritos de pequeña? ¿Crees que te han influido en tu trabajo? 

Recuerdo dos álbumes que todavía conservo Un león de color lila y Pastel de crema de pepinillos de Jolly Roger Bradfield. La historia, los personajes, el trazo, los colores, todos los detalles… me podría pasar horas otra vez contando los ratones que aparecen, siguiendo al verdiperro de tres hocicos. Estos libros me hicieron reír mucho pero también me enseñaron que se pueden contar historias geniales y divertidas; que se pueden crear mundos distintos, que puedes hablar de muchos temas, que te puedes rodear de personajes diferentes, que puedes poner sobre papel el mundo tal y como tú lo ves. Y yo quería hacer eso.

También conservo bien guardados todos los tomos de Esther y su mundo (fan absoluta de Purita Campos), los de El corsario de hierro y algún Mortadelo. Cuando llegó Tolkien le tuve que dejar un gran espacio en las estanterías entre Guillermo el travieso y Los cinco.
Devoraba y sigo devorando libros, leía debajo del pupitre en las clases de latín, en el patio… y hoy lo sigo haciendo en el metro, por la calle, en las colas, en el tren y en cualquier sitio. De mi bolso siempre sale algún libro o un lápiz.

3. ¿Cuáles son tus referentes actuales?

Me gustan muchas cosas, ilustradores de distintos estilos que voy descubriendo y otros que tienen una gran trayectoria. Es fundamental, mirar mucho para aprender mucho.
Roberto Innocenti, Cristina Losantos, Roger Olmos, Jimmy Liao, Shaun Tan, Rébeca Dautremer, Raquel Catalina, Dani Torrent, Eva Sánchez, Beatrice Alemagna, Zuzanna Celej, Iban Banerretxea, Pablo Auladell, Maru Godàs y seguiría...
A todos los admiro y de todos aprendo: los trazos, las texturas, las composiciones, el color, la narración. Soy muy afortunada porque algunos me han dado clase y todavía hoy tengo presentes sus correcciones y consejos cuando trabajo.
Los colores de Wes Anderson o las historias de Tim Burton en el cine, las fotografías de Vivian Maier, la literatura del siglo XIX, esos volúmenes gordísimos con capítulos llenos de descripciones me enganchan totalmente. El ballet, las luces del teatro, la música, la clásica y el flamenco.

4. ¿De dónde surgió la idea de tu primer libro?

Mi primer álbum El meu avi i jo fue con la escritora Núria Parera. Nos conocimos por casualidad a través de una amiga común y le expliqué una anécdota de una amiga mía que, cuando era pequeña su madre le escondía besos cuando iba al cole. Yo tenía muchas ganas de ilustrar esa historia, que me parecía preciosa. Nos despedimos y al cabo de una semana Núria me llamó, le había puesto palabras a nuestra historia.
Ilustración de El meu avi i jo © Almudena Suárez

Pero el primer álbum que hice como autora integral, Cuando seamos mayores  con Sd Edicions, fue una reflexión sobre crecer y hacerse mayor, envejecer y quedarse solo. Una historia que en realidad cuenta la relación de mis padres. Este álbum me ayudó a explicar la ternura que veía entre ellos a pesar de que la enfermedad apenas les permitía comunicarse. Fue muy bonito narrar ese amor para que no se perdiera. Yo no tengo hermanos y me aterraba pensar que cuando mis padres ya no estuvieran nadie hablaría de ellos y los recuerdos se diluirían.
Cuando seamos mayores © Almudena Suárez

5. ¿Cómo fue tu primera experiencia como autora profesional? ¿Quién te dio la oportunidad?

Mi primera experiencia profesional fue con la editorial Juventud con un texto de Núria Parera.
Todavía recuerdo la llamada de la editora, Elodie Bourgeois. Les había dejado dos maquetas hacía un tiempo y el teléfono sonó mientras iba por la calle. Tráfico, obras y una conversación de estas en las que quieres oír perfectamente cada palabra pero no son la mejor combinación.

Pensar que una editorial confía en tu proyecto y lo quiere tirar adelante es una responsabilidad y de repente te entra un vértigo enorme, se va a hacer realidad. Trabajar con ellos fue una experiencia buenísima, aprendí un montón, cuidaron y mimaron el libro y todo el proceso fue muy fácil. Después he vuelto a trabajar con Juventud, siempre con la misma profesionalidad y amor por todo lo que hacen. Es un honor formar parte de su catálogo.
En Nuk i les 7 claus de la felicitat © Almudena Suárez

6. Sobre el proceso de escritura, ¿cuánto tiempo te lleva escribir una historia? ¿Dónde buscas la inspiración o los posibles temas?

La verdad es que no puedo decir cuánto tiempo tardo en escribir una historia porque todas son diferentes. Algunas aparecen en forma de pequeña idea que queda por ahí en mi cabeza, entre otras miles de cosas y de pronto un día se convierte en un letrero luminoso que me da la tabarra hasta que le hago caso. Otras salen de golpe, fluidas y no puedes dejarlas. Ahora tengo una libreta llena de ideas locas, absurdas, originales, por si un día se convierten en algo más.

Cualquier instante puede inspirar una historia: una foto, una noticia, una conversación escuchada de forma clandestina, un paseo, una palabra… Lo bueno de aprender a mirar es que ya no lo olvidas y te acostumbras a caminar por la vida observándolo todo.
Siempre dejo reposar el texto y las imágenes unos días para tomar distancia y verlo otra vez como si fuera nuevo. A partir de aquí empieza el trabajo de corrección y pulido hasta que toma la forma que me gusta.
Esbozos para Exploradors © Almudena Suárez

7. Proceso y metodología, ¿cómo te organizas y trabajas? ¿Podrías describirme tu día a día?

Intento ser metódica y me dura dos días así que me obligo al orden. Soy de agenda de papel ante el horror de muchos pero yo necesito escribir, borrar y añadir papelitos para organizar bien mis días.

Suelo estar delante de la mesa de trabajo temprano después de la dosis matinal de teína.
A primera hora ataco los mails y la parte administrativa, que es la que más esfuerzo me cuesta pero que hay que hacer sin remedio. Después me concentro en  abocetar, pintar o corregir. Mi trabajo es artesanal así que pronto tengo la mesa inundada de papeles de prueba, botes de pintura, pinceles y libretas de apuntes. De vez en cuando programo salidas para dibujar al natural, a veces acompañada de una amiga escultora que vive cerca. Es una terapia buenísima compartir mañanas de trazos. Intercambiamos materiales, probamos cosas nuevas y ya hemos dibujado a medio barrio. Tengo una bolsa siempre preparada con una libreta y material de dibujo que va conmigo de viaje, a la montaña o a la playa, a veces de entre las hojas cae arena o semillas.
Ilustración de Exploradors © Almudena Suárez

Por las tardes generalmente continuo con el mismo trabajo aunque, a estas horas, suelo buscar cosas me me exijan una menor concentración.
Me gusta dibujar sola y en silencio o con música de fondo pero trabajo en casa, así que también me he acostumbrado a trabajar cuando la vida irrumpe de nuevo en mi espacio. 
Intento pasear a última hora de la tarde o los fines de semana. Necesito el contacto de la luz, los árboles y el cielo para poder descansar la mirada. Las clases de flamenco de los lunes son mi válvula de escape me vacía la cabeza de imágenes y me la llena de ritmos.

8. ¿Cuál es tu objetivo como autora e ilustradora? ¿Qué mensaje quieres transmitir a través de tus obras?

Me encantaría hacer libros que se conserven en las casas. Libros de esos que guardas porque te han llegado hondo, te han hecho reír, te han hecho llorar o te han hecho pensar. Libros de los que no puedes prescindir porque te gustaría compartirlos cuando seas mayor. Libros que te recuerden el niño que eras o quien te lo leía por las noches. Creo que esto sería realmente bonito.
Exploradors © Almudena Suárez

9. ¿Estás trabajando en un nuevo libro? ¿Qué nos puedes contar sobre él?

Ahora tengo algunos proyectos de álbum en la mesa. Uno es un silent book muy especial, basado en una anécdota real muy tierna que se está cociendo poquito a poco y todavía tiene que madurar. A nivel compositivo me va a dar muchos problemas y ya estoy deseando enfrentarme al reto.

Otro tiene el texto a medias. La idea me vino primero a través de las imágenes y ahí están creciendo con el texto, a la vez, dándose espacio. Los personajes ya están bocetados y escogidos, y la técnica prácticamente decidida. Ahora me falta pulir ese giro divertido que tiene la historia para empezar de verdad.

Y después tengo otro proyecto que nació de una conversación hace unos tres años y que ahora se ha transformado en otra cosa totalmente distinta. Estos proyectos son los más divertidos. Estoy trabajando con mi sobrina Clara que es la autora del texto. Hemos participado las dos de todo el proceso y ha sido enriquecedor ver cómo el boceto ha evolucionado y ha tomado su propio camino. La idea original sigue siendo la misma pero la visión que le hemos dado nos está llevando a un terreno nuevo. No hay prisa, el texto está ya acabado y los personajes a punto de tomar vida.

10. Un último consejo a las que como tú, quieran dedicarse a esto:

Creo que repetiría los mismos consejos que me dieron a mi otros ilustradores y que más me han servido: trabajar, observar, aprender y ser profesional.
No desanimarse, repetir, empezar de cero, borrar, romper, seguir el trabajo de otros ilustradores, no perder la curiosidad, apuntar ideas, compartir experiencias, escuchar, acudir a ferias, presentaciones y disfrutarlo todo. 
A dibujar se aprende dibujando y no hay que quedarse con la primera idea, se puede ir un poco más allá. A nivel profesional es importante mantener los plazos y entregar los trabajos en perfectas condiciones.

No debemos guardar el trabajo en un cajón, nadie sabrá que está ahí ni vendrán a buscarlo, tienes que ser tú misma quien lo presente, lo defienda y le des visibilidad. Si tú no crees en lo que haces difícilmente alguien lo hará.
Ilustración de En Nuk i les 7 claus de la felicitat  © Almudena Suárez


Para obtener más información sobre Almudena, puedes visitar su blog
También puede seguirla en su página de Facebook e Instagram



¿Te ha gustado este contenido?
Si no quieres perderte el siguiente post y contenido extra, ¡suscríbete al blog!

No hay comentarios:

Publicar un comentario