viernes, 14 de mayo de 2021

Fem un conte acordió

 2a edició del taller d'estiu a Espai Cultura Fundació 1859

Imagineu-vos quina pluja d'idees més potent podríem fer amb 12 petits creadors imaginant alhora!
T'hi apuntes?

Pots consultar més informació en aquest article que ens va dedicar el Diari de Sabadell a l'edició passada.




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lunes, 10 de mayo de 2021

Ilustrando a... Núria Albesa

Bienvenido/a a esta sección de entrevistas a autoras integrales de álbum ilustrado cuyo objetivo es conocer sus procesos de creación y visibilizar su obra.

Hoy te presento el trabajo de... Núria Albesa



1. Tus inicios. ¿Cuál es tu formación académica? ¿Cuándo te interesaste por la ilustración y en especial, por el álbum ilustrado?

Me gradué en Traducción e Interpretación y más tarde cursé dos másteres, el de Edición, y el de Corrección y Calidad Lingüística. Empecé un período de prácticas en La Vanguardia, en el suplemento Cultura/s, y allí me brindaron la oportunidad de aprender a corregir críticas literarias y reseñar libros. Recuerdo que cada día llegaban montones de obras a la redacción y parte de mi trabajo consistía en estar al día de todo lo que se publicaba, y lo más importante: aprender a priorizar y a saber escoger. Al cabo de dos años y medio, entré en La Galera. Era la primera vez en mi vida que pisaba una editorial y desconocía cómo hacer un libro. Fueron mis compañeros quienes me enseñaron a editar bien un texto, a valorar el mejor formato y papel, a encargar cubiertas y premaquetas, e incluso a maquetar libros. Estuve cuatro años y medio editando libros infantiles, hasta que un día sentí la necesidad de escribir una novelita para niños de seis o siete años. Cuando la terminé, abrí instintivamente una libreta y empecé a dar forma a ese protagonista. Recuerdo que fue un acto reflejo y en ese momento tampoco le di demasiada importancia. Al cabo de unos meses, enseñé el texto y esos esbozos a Sandra Rodericks, mi agente literaria, y me propuso un contrato de representación. Fue una locura, pero aquellos esbozos iniciales me han llevado hasta aquí.

El interés por el álbum ilustrado afloró cuando descubrí Perdido y encontrado, de Oliver Jeffers. Lo he leído cientos de veces y diría que lo que más me cautiva de esa historia son los silencios y todo lo que no se dice. Es un "álbum-iceberg" en toda regla.
© Núria Albesa

2. ¿Recuerdas tus cuentos favoritos de pequeña? ¿Crees que te han influido en tu trabajo?

De pequeña no fui una lectora ni ejemplar ni voraz. Pero sí que hubo un cuento divertidísimo que atesoro con muchísimo cariño: La vaca Teresina esquia a Vallfarina, de Xavier Frías Conde. Lo leímos en voz alta en el colegio, en segundo de primaria, y tuve tal ataque de risa mientras me tocaba leer que el profesor me echó de clase. Recuerdo que me encantaba esa historia y que me la llevaba conmigo a todas partes. Me pasó algo similar con Las brujas y Matilda, de Roald Dahl. En casa también teníamos un compendio de 365 cuentos, uno para cada día del año. Más que leerlos, me encantaba que mi padre los versionara y se inventara nuevas tramas y personajes.

Supongo que todo lo que nos pasa, y por supuesto lo que leemos, configura nuestro imaginario. En mi caso, diré que he leído muchísima literatura infantil siendo mayor y quizá esas influencias tardías hayan sido más premeditadas y escogidas.

3. ¿Cuáles son tus referentes actuales?

¡Uf! Intentando sintetizar más de lo que debería, diré que admiro el trabajo de autores internacionales como Oliver Jeffers, Marianne Dubuc, Emma Yarlett, Benji Davies, Izzy Burton, Rebecca Green, Michael Bond, Ingo Siegner, Ole Könnecke, Gianni Rodari, Roberto Piumini, Barbara Cantini, René Goscinny, Jean-Jaques Sempé, o A.F. Harrold. Me fascina esa gran capacidad que tienen para construir personajes memorables y sus respectivos universos, sean autores, ilustradores o ambas cosas. Y en cuanto a los autores nacionales, tengo predilección por la ternura de Rocío Bonilla, el humor de Marta Altés, la pillería de Mikel Valverde, la sensibilidad de Albert Asensio, la paleta cromática de David Sierra y la  luz de Laia Berloso.


4. ¿De dónde surgió la idea de tu primer libro?

Me gustan los personajes que albergan grandes contradicciones, que acuden a otros personajes diametralmente opuestos a ellos y con los que a priori no se relacionarían. Roc, el protagonista de mi primer libro, es un león que guarda un secreto: tiene miedo. Pero, ¿cómo va a tener miedo el rey de la sabana? Bueno… ¿y por qué no? Roc no es el típico rey, y, como cualquier otra persona, es vulnerable al rechazo, a las críticas, al no encajar y digamos que... a algo más irracional (y hasta aquí puedo contar). 
El secret del Roc (Cruïlla, 2021) © Núria Albesa

Su nombre no es una elección casual, tampoco. En catalán, Roc significa roca, y es un nombre contundente, con sonoridad. Pero si uno lee Roc al revés, se da cuenta de que esa roca se convierte en cor (corazón). Cuando pensé en Roc por primera vez, lo primero que visualicé fue su morro blanco y pecoso y sus cejas desiguales. Y ese león "tan poco león" debía tener una mejor amiga diminuta, ingeniosa y extremadamente sociable. Escribí un cuento con poco texto, el mínimo posible, que reflejara precisamente eso: que, a veces, las apariencias engañan.
Página interior de El secret del Roc (Cruïlla, 2021) © Núria Albesa

5. ¿Cómo fue tu primera experiencia como autora profesional? ¿Quién te dio la oportunidad?

El secret del Roc ha sido la primera experiencia que he tenido como autora y ha sido un regalo. Estoy muy agradecida a la editorial Cruïlla, y en especial a Dolors Ortiz, a Eduardo Nacarino y a Anna Pauner, por la enorme oportunidad que me han brindado y por todas sus aportaciones.
Página interior de El secret del Roc (Cruïlla, 2021) © Núria Albesa

6. Sobre el proceso de escritura, ¿cuánto tiempo te lleva escribir una historia? ¿Dónde buscas la inspiración o los posibles temas?

No suelo tardar demasiado en escribir mis historias, tanto si son álbumes como si son novelas más largas. Sin embargo, acostumbro a pasar bastante tiempo con mis personajes antes de ponerme a escribir; les doy la oportunidad de hablar dentro de mi cabeza, imagino diálogos con otros secundarios, analizo cómo se sentirían y reaccionarían ante ciertas situaciones. La construcción de personajes y conflictos es mi parte favorita. El proceso de creación de un álbum, hasta ahora, ha sido siempre el mismo. Primero escribo un texto muy sintético, y acto seguido empiezo a secuenciar la acción y a pensar en imágenes concretas. Nunca tomo ese primer texto como el definitivo. Espero a tener los esbozos terminados para sintetizarlo al máximo. Si ya vemos algo en la imagen, quizá no hace falta que esté escrito, ¿no?

7. Proceso y metodología, ¿cómo te organizas y trabajas? ¿Podrías describirme tu día a día?

Hace apenas nueve meses, dejé mi trabajo como editora de infantil en La Galera para centrarme, entre otras cosas, en proyectos personales. Fue un cambio muy drástico, pero necesitaba un parón y un poco de oxígeno. Actualmente, trabajo como freelance y combino distintas facetas: traduzco libros infantiles, ofrezco servicios de corrección y escribo e ilustro. Tener encargos tan distintos es algo que valoro muchísimo y ameniza mi día a día. 
© Núria Albesa

Empiezo a trabajar a las ocho y media y acabo a las cinco y media; eso sí, ¡la horita diaria en la montaña con nuestros perros es sagrada! Me organizo por entregas, fundamentalmente. Doy prioridad a las más urgentes y aprovecho ratitos libres para seguir con mis proyectos personales. Cuando empiezo a ilustrar un proyecto (sea el texto mío o no), primero boceto los personajes en una libreta horizontal lisa y siempre en lápiz. Cuando creo que tengo algo que vale la pena, lo dibujo en Procreate con muchísimos más detalles y le agrego color y texturas. Para el storyboard de un álbum, suelo hacer una primera versión sobre papel. No pierdo demasiado tiempo con las proporciones exactas, pero me va bien para soltar el trazo y para tener una visión panorámica y física de lo que tengo en mente.

8. ¿Cuál es tu objetivo como autora e ilustradora? ¿Qué mensaje quieres transmitir a través de tus obras?

Intento disfrutar tanto como puedo y dar lo mejor de mí en cada proyecto. Dibujar y escribir me aporta una tranquilidad que no tenía cuando trabajaba en la editorial, y es algo que ahora valoro enormemente.
La buena literatura infantil debería ser aquella que se atreva a tratar todos los temas, sin ingenuidades, y que la pueda leer cualquier persona, tenga la edad que tenga.
© Núria Albesa

9. ¿Estás trabajando en un nuevo libro? ¿Qué nos puedes contar sobre él?

Estoy trabajando en un nuevo álbum, aunque aún hay muchísimo trabajo por hacer. Puedo avanzar que el libro explora la amistad entre una ardilla despierta y un pingüino muy metódico. Además, tengo distintos proyectos en marcha para distintas franjas lectoras que saldrán a la luz en los próximos meses.

10. Un último consejo a las que, como tú, quieran dedicarse a esto:

Les diría que, decidan lo que decidan, hagan caso a esa intuición. Asumir riesgos puede asustar un poco, pero merece la pena intentarlo.
© Núria Albesa



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domingo, 2 de mayo de 2021

Ilustrando a... Concha Pasamar

Bienvenido/a a esta sección de entrevistas a autoras integrales de álbum ilustrado cuyo objetivo es conocer sus procesos de creación y visibilizar su obra.

Hoy te presento el trabajo de... Concha Pasamar



1. Tus inicios. ¿Cuál es tu formación académica? ¿Cuándo te interesaste por la ilustración y en especial, por el álbum ilustrado?

En principio, no tiene que ver con esta dedicación: soy doctora en Lingüística Hispánica y licenciada en Historia. Hace unos ocho años volví a dibujar y pintar como una actividad manual que me ayudara a desconectar en un momento en que el estrés comenzaba a tener ciertos efectos físicos. Imagino que en el interés concreto por la ilustración tuvieron que ver dos factores: que el dibujo me gustaba más que la pintura, y que las palabras y la comunicación de ideas tenían ya un peso esencial en mi vida. Al principio, comencé por pintar o dibujar un día a la semana en el estudio de Lola Azparren, en Pamplona, y pronto a hacerlo en cuaderno, probando, anotando, solo por disfrute. Pero luego vi por casualidad algo sobre un máster de ilustración y me puse a buscar algún curso online, algo más factible en mi situación. Di con los de Marián Lario en 2014 y supusieron una inflexión decisiva.
Además, me he formado después en diferentes talleres y cursos sobre ilustración y LIJ, y también me inscribí en un par de talleres breves de escritura –aunque después de haber escrito mis dos álbumes-.

2. ¿Recuerdas tus cuentos favoritos de pequeña? ¿Crees que te han influido en tu trabajo?

No solo los recuerdo, sino que conservo los esenciales. De hecho, antes que los cuentos recuerdo los libros de arte, porque en mi generación (tengo 53 años) no había tanta abundancia de cuentos ilustrados. Sí, probablemente tanto esos libros de pintura como las ilustraciones de algunas de mis primeras lecturas (unos cuentos de Grimm escasamente ilustrados a tinta), pero también la observación de la manera de dibujar de mi madre, tengan que ver con mi manera más natural o inicial de hacer, figurativa. También me encantaban los libros de lectoescritura del cole (ilustrados por José Ramón Sánchez), y aquellos Sendas maravillosos de Santillana, donde había ilustraciones de muy diferentes estilos.

3. ¿Cuáles son tus referentes actuales?

Bueno, al igual que siento la influencia de los primeros acercamientos a la pintura y la ilustración, pienso que en estos años en que he intentado propiamente formarme como ilustradora he bebido de muchas fuentes y muy diversas, y creo que eso también se nota en cierta evolución, o en el interés por probar o incorporar a mis trabajos esos aprendizajes: unas veces por la composición o la manera de mirar y representar, otras por la técnica, otras por la forma de narrar. Hay referentes muy dispares, porque admiro el trabajo de muchísimas personas que se dedican a la ilustración, aunque en apariencia no se asemejen en nada a lo que yo hago. Si me es posible, además, intento seguir talleres o cursos suyos, como decía. Por ejemplo, durante el último año me he inscrito en cursos de Alejandra Acosta, Dani Torrent, Marián Lario, Ana Lartitegui o Laura McKendry… Pero habría muchos más nombres, desde luego.

Y, por supuesto, hay muchas autoras y autores que admiro por lo que escriben: también muchos y muy dispares. Me resulta muy difícil hablar de "referentes" claros; soy curiosa por naturaleza y tiendo a beber de muchas fuentes y muy variadas. Creo que en lo que hacemos aflora todo lo que hemos recibido, lo que nos conforma, también el ejemplo de personas que admiramos a veces en dedicaciones muy distantes de la nuestra. De todo va quedando un poso.

4. ¿De dónde surgió la idea de tu primer libro?

Todo lo que escribo o ideo últimamente suele tener un primer origen en mi propia trayectoria vital: a menudo en mi propia infancia. Mi primer libro como autora es, en realidad, el último que ha visto la luz, Tiempo de otoño, y se basa, a partir de la experiencia de los cambios que trae el otoño, en una doble fuente: por un lado están mis vivencias de esta estación en la infancia, no muy distintos a los de cualquiera, por otra, esas mismas vivencias como adulta, mucho más consciente de la fugacidad del tiempo. 
Tiempo de otoño © Concha Pasamar

Hay en el centro del libro una doble ilustración sin texto que recoge esa doble mirada: la niña concentrada en el mundo de fantasía del libro; la madre vuelta hacia el exterior, pero también concentrada hacia dentro, en una actitud reflexiva; ambas en un entorno amable y reconfortante, que es el que he tenido la suerte de vivir. Me siento representada -en todas las etapas de mi vida- en esa imagen y esa actitud atenta y consciente, pero también soñadora.
ilustración interior de Tiempo de otoño © Concha Pasamar

5. ¿Cómo fue tu primera experiencia como autora profesional? ¿Quién te dio la oportunidad?

Debo la publicación de mis dos libros hasta el momento como autora e ilustradora a Luis Larraza, de Bookolia; también la de mis primeros trabajos como ilustradora, que posibilitaron que me animara a mostrarles los proyectos completamente propios. En ambos casos estaban muy avanzados, casi cerrados, al proponerlos, aunque faltaran la mitad de las ilustraciones definitivas y las cubiertas y páginas de créditos. Primero fue Cuando mamá llevaba trenzas (2018) y luego Tiempo de otoño (2020), aunque el orden de su creación fue inverso. En el proceso de edición, que siempre es un diálogo fructífero, se tomaron algunas decisiones finales, y se creó el envoltorio, que es también muy importante en el caso de los álbumes.
Cuando mamá llevaba trenzas © Concha Pasamar

6. Sobre el proceso de escritura, ¿cuánto tiempo te lleva escribir una historia? ¿Dónde buscas la inspiración o los posibles temas?

En el caso de los álbumes ilustrados, la inspiración suele entroncar con alguna sensación, actividad o detalle de la infancia, como decía. Estos dos trabajos son en realidad una especie de repertorio de escenas, que presentan unidad temática, y lo cierto es que primero fue lo visual. Pero el texto dota a esos repertorios de una mayor coherencia y sentido, tanto a cada una de esas escenas en sí misma –en la combinación de imagen y palabras-, como al conjunto, que es una secuencia que se desarrolla –y se recibe- en una trayectoria y un sentido determinados. En estos casos, el proceso casi completo se llevó a cabo en los tres meses que duraron los cursos, y luego el resto de las ilustraciones se trabajó más adelante. Creo que las dos veces avancé lo grueso del resto en mis vacaciones.
Diseño de personaje de Tiempo de otoño © Concha Pasamar

Pero en realidad, los procesos, como sabemos, son siempre más complejos, y cíclicos, y comienzan mucho antes de tomar papel y lápiz. No digo que sea imposible, pero me resulta difícil pensar en un autor de álbum que se plantee ir desde el inicio al final de la obra de una manera lineal. Hay avances, parones, revisiones del planteamiento. Por otra parte, creo que es mucho más sencillo enmendar el texto que la imagen, por lo que me parece fundamental haber preparado muy bien y con calma el planteamiento general antes de lanzarse a las ilustraciones definitivas.
Pruebas para las guardas de Tiempo de otoño © Concha Pasamar 

Otras veces solo escribo, y en esos casos, lo esencial sale de un tirón, y es cuestión de dejarlo reposar y ver si pide cambios al cabo de un tiempo. En ese caso son pequeños textos de diferente naturaleza, con cierto tono poético, que suelen también partir del recuerdo, o de un instante cuya intensidad desencadena alguna emoción, cierta necesidad de retener ese momento. El paso del tiempo es una constante.
Diseño de personaje de Cuando mamá llevaba trenzas © Concha Pasamar

Pero también soy capaz de apasionarme por otros temas, y eso puede llevarme a escribir sobre ellos, me sucede también en la investigación, donde lo que más disfruto es lo que tiene relación con las historias y las voces individuales del pasado.

7. Proceso y metodología, ¿cómo te organizas y trabajas? ¿Podrías describirme tu día a día?

Como mi dedicación no es completa y mi trabajo como profe ocupa muchísimo tiempo –siempre hay que revisar cuestiones y maneras de hacer, y también investigar requiere muchas horas-, reduje mi jornada laboral ligeramente (un 20%) Dispongo así, cuando no hay urgencia –y a menudo la hay, y más en este año-, de alguna tarde. Pero sobre todo es por las noches, los fines de semana o en las vacaciones escolares cuando me pongo a hacer o pensar de manera más sistemática. De todas maneras, las ideas vienen en muchos momentos, a veces en los más inesperados, y creo que hay que estar en una actitud alerta constante, aprovechar los trayectos, por ejemplo. Me gusta pensar en movimiento: de camino al trabajo, en un paseo…, como acompañante de viaje soy un muermo cuando hay confianza, porque desde niña me encanta pensar y planificar mirando por la ventanilla del coche. Conviene tener una libretita a mano para anotar ideas a las que no podemos dedicar atención en el momento.
Ilustración interior de Tiempo de otoño © Concha Pasamar 

Sin embargo, tampoco soy muy ordenada en esto y debo forzarme a usar un mismo cuaderno, a no apuntar en cualquier papel, a ser más clara en lo que anoto (más de una vez he sido incapaz de recuperar la idea porque era demasiado breve: un par de palabras que luego se transforman en un enigma indescifrable)

En definitiva, en mi día a día intento cumplir en primer lugar con mi trabajo como profe, y luego encontrar huecos sin perderme otras cosas que me gustan, como mis clases de swing –que son sagradas porque me sientan muy bien-, leer o compartir tiempo con otras personas, o ver una peli, si me apetece, vamos. A menudo aprovecho el rato del sofá por la noche. Los fines de semana, como digo, sí procuro sacar unas horas seguidas, en una mesa, con materiales diferentes.

8. ¿Cuál es tu objetivo como autora e ilustradora? ¿Qué mensaje quieres transmitir a través de tus obras?

Pues lo cierto es que no me planteo objetivos ni mensajes concretos, siendo sincera. Intento disfrutar con lo que hago y me parece un regalo poder compartirlo a través de los libros, que siempre han sido esenciales en mi vida. Veo que en lo que publico como autora queda cierta constancia de aquello que me ha conformado, aquello que me hace feliz, y que ese algo es bastante sencillo: los pequeños detalles de la vida cotidiana, pero no es buscado. En ese sentido, creo que puede haber interpretaciones a favor de valorar lo sencillo y vivir conscientemente, pero no es algo que me proponga como mensaje. Escribo y creo por el propio placer de crear, que incluye también el placer de los desafíos y los retos. Tal vez en el futuro aparezcan otras líneas…
Ilustración interior de Cuando mamá llevaba trenzas © Concha Pasamar

9. ¿Estás trabajando en un nuevo libro? ¿Qué nos puedes contar sobre él?

Como ilustradora ando cerrando dos libros para este otoño de 2021 y uno más para el próximo. Como autora, voy trabajando en varias cosas al tiempo. De esos pequeños textos a los que me refería, hay un conjunto que presenta cierta unidad; tal vez me anime a cerrarlos e ilustrarlos, pero no inmediatamente, no hay prisa.

En cambio, sí que hay otros dos proyectos más concretos: uno es un libro informativo para A Fin de Cuentos. En realidad, yo escribo y publico regularmente textos expositivo-argumentativos por mi trabajo, pero este libro supone una nueva experiencia: por los destinatarios, por el formato, por el tema, que me parece apasionante por muchos motivos, y tiene que ver con el efecto que los libros son capaces de producir en las vidas individuales y en las sociedades.

El otro es un álbum ilustrado que ha surgido a partir de un ejercicio propuesto por Marián Lario. Cómo no, la idea parte de un recuerdo de mi infancia, pero se distancia más de lo real y es más propiamente infantil que mis libros anteriores. He conseguido escribirlo, hacer el storyboard y encontrarle editorial en un tiempo récord esta vez (lo que demuestra que cada proceso es diferente en mi caso); le haré hueco cuando termine con los trabajos a los que ya me he comprometido. Y tengo otras ideas, pero me pondré a darles forma cuando pueda.

10. Un último consejo a las que como tú, quieran dedicarse a esto:

Creo que, por una parte, es necesaria una actitud humilde y receptiva: que sean constantes la apertura y la disposición de escuchar, de aprender, de formarse; también la honestidad. También considero que hay que ser constante e insistente, pero con sentido común. Se precisan muchas destrezas en la profesión: ilustrar es más que dibujar, y conseguir que nuestro trabajo sea visible y se solicite también requiere ser sensible hacia otras artes, saber interpretar textos y documentarse, conocer el mundo del libro, moverse en el campo de la difusión, comunicarse adecuadamente con editores, autores, lectores, mediadores… Son muchas variables y se nos pueden dar mejor o peor, pero hay que tenerlas todas en cuenta y conocerse bien para compensar las limitaciones con las virtudes o incluso hacer virtudes de las limitaciones. Luego está también el factor de la suerte, de la conjunción de ciertas circunstancias, que no depende tanto de una misma, y yo debo reconocer que la suerte me ha acompañado, pero también que la experiencia vital ayuda, y yo tengo ya muchos años ;)
Ilustración interior de Cuando mamá llevaba trenzas © Concha Pasamar



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jueves, 29 de abril de 2021

Crònica xerrada "Anatomia d'un àlbum il·lustrat" a Rubí

La carpa de la llibreria El Racó del Llibre va acollir dissabte 10 d'abril a les 12 del migdia la xerrada "Anatomia d'un àlbum il·lustrat, com 'diseccionar' el text i les il·lustracions d'un àlbum" tal i com recull aquesta ressenya del Diari de Rubí. 

                 

Que l'àlbum il·lustrat enganxa a grans i petits és un fet, i el per què el fa tan particular és el que vam explicar durant 1 hora i mitja al sel·lecte públic assistent.

L'objectiu principal de la nostra ponència era, a banda d'aclarir la definició de l'àlbum i diferenciar-lo del conte il·lustrat, reivindicar el seu paper comunicatiu a ambdós nivells, literari i gràfic, per tal d'extreure'n tot el seu significat tant com a lectors com a possibles creadors.

L'Anna, conductora de la part literària, va comparar l'origen de la paraula amb l'origen de la creació i per tant, de la Bíblia, raó per la qual vam acordar que fos la primera a intervenir :)

A banda d'explicar-nos algunes anècdotes i curiositats sobre l'origen dels contes, com de la narració oral van adoptar la seva forma escrita, va posar l'exemple de La Caputxeta vermella de Perrault per analitzar els elements clau d'una bona història: el disseny d'un personatge carismàtic amb les seves fortaleses i debilitats amb el que el lector pugui empatitzar, l'ús de la sorpresa, el suspens o la repetició,... o les descripcions inicials, aparentement anecdòtiques, que donen consistència i coherència al relat, entre d'altres...

Després va ser el meu torn però abans d'entrar a analitzar el paper que juga la il·lustració en un àlbum, vaig recordar que la pròpia definició d'àlbum il·lustrat ens obliga a repensar quina relació es dóna entre el text i la il·lustració. Precisament, degut al seu diàleg inseparable, i perquè no totes les relacions es basen en el mateix tipus de 'convivència', vam definir dos tipus de relació basada en la literalitat i la no literalitat, i vam veure exemples on l'il·lustrador/a s'havia decantat per una o altra.

Aprofito per mostrar la sel·lecció d'àlbums il·lustrats que vam fer servir per parlar d'aquesta relació entre el text i la imatge.

Literalitat: 
Caperucita roja © Carlos Busquets

No literalitat: 
Hansel i Gretel © Iratxe López de Munáin
¡No! © Marta Altés
Marrón © Mar Ferrero
Caputxeta vermella © Eric Battut

Així, i amb l'anàlisi denotatiu i connotatiu d'algunes il·lustracions, vam veure amb uns altres ulls com aquestes comuniquen més significats a primera vista i com és d'important fer-se preguntes quan "llegim" la imatge amb la nostra mirada. Aquest exercici d'interpretació que a nosaltres ens costa, perquè ens obliga a posar atenció i dedicar-hi temps, els nens, amb la seva curiositat innata, ho tenen interioritzat i no se'ls escapa ni un detall. Són aquests detalls els que estan posats amb tota la intenció comunicativa i expressa per part de l'il·lustrador/a.

Foto cedida © Diari de Rubí


Esperem haver ofert un altre punt de vista més especialitzat on els textos i les imatges que il·lustren les històries dels contes, ajudin a comprendre i a disfrutar molt més d'aquestes joies que són els àlbums il·lustrats.


Agraïment especial a l'Enric de El Racó del Llibre per oferir-nos el seu espai i a la Núria Julià del Diari de Rubí per fer-ne ressò.


Si aquesta informació t'ha semblat interessant, et recordem que forma part del nostre curs CREACIÓ INTEGRAL D'UN ÀLBUM IL·LUSTRAT, de la idea a la publicació que, degut a les mesures del PROCICAT, s'ha ajornat fins el 15 de maigPots consultar la informació actualitzada en aquest enllaç.



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domingo, 18 de abril de 2021

Ilustrando a... Esther Voltà

Bienvenido/a a esta sección de entrevistas a autoras integrales de álbum ilustrado cuyo objetivo es conocer sus procesos de creación y visibilizar su obra.

Hoy te presento el trabajo de... Esther Voltà



1. Tus inicios. ¿Cuál es tu formación académica? ¿Cuándo te interesaste por la ilustración y en especial, por el álbum ilustrado?

Desde pequeñita me ha gustado dibujar y crear. 
Con la idea de que "es difícil ganarse la vida dibujando o pintando" descarté la idea de estudiar Bellas Artes y acabé estudiando la Diplomatura de Ciencias Empresariales, posteriormente me licencié en ITM (Investigación y técnicas de mercado) y me dediqué profesionalmente a ello. Dejando un poco de lado mis ganas de pintar y de crear, pero siempre sintiendo dentro de mí que tenía esa espinita clavada, un día me decidí a comprar unos lienzos y empecé a pintar de manera autodidacta. En esa época empezaron a nacer mis primeros productos ilustrados: bisutería, chapas, espejos… y al ir subiéndolos a las redes, el interés por comprar mis creaciones fue creciendo por parte de particulares y tiendas. Así nació mi marca de productos ilustrados que lleva mi nombre, convirtiendo mi afición en un hobby del que me sacaba un sobresueldo y que me hacía feliz.

En 2010 pasó algo muy importante en mi vida, nació mi primera hija, Nina. En ese momento decidí que era el momento de dar el salto, de intentar vivir de la ilustración, y renuncié a un muy buen trabajo, con mil dudas de si estaba tomando el camino correcto, pero por otra parte con la convicción de que lo tenía que intentar. Al poco tiempo te conocí a ti, Laia, y me hablaste de l’Escola de la Dona y de las clases de ilustración de Ignasi Blanch. Me abriste una ventana nueva, si de verdad me quería dedicar a esto profesionalmente necesitaba tener también una formación en ilustración que me diera seguridad y conocimientos de la profesión. Allí me formé durante 8 años, tiempo en el que aprendí el oficio de ilustradora y conocí a un montón de gente interesante, grandes personas que se han quedado en mi vida y con quienes comparto la pasión por la ilustración.

2. ¿Recuerdas tus cuentos favoritos de pequeña? ¿Crees que te han influido en tu trabajo?

Recuerdo de muy pequeña los maravillosos cuentos troquelados de Ferrándiz, las ilustraciones de Sarah Kay, las aventuras de Esther y su mundo de Purita Campos, historias que en 2006 (casi 30 años después de que naciera el personaje) se retomaron con los personajes ya de adultos y esos comics seguían despertando mi fascinación, siendo yo también adulta. El pequeño Nicolás, con ilustraciones de Sempé, El zoo d’en Pitus y otros libros que nos hacían leer en el cole ilustrados por Pilarin Bayés, gran referente también en nuestra infancia.

3. ¿Cuáles son tus referentes actuales?

Hay mucha gente a la que admiro, pero si nos centramos en el mundo de la ilustración, me encanta el trabajo de Nicoletta Ceccoli, Benjamin Lacombe y Rebécca Dautremer. Todos ellos consiguen recrear unos ambientes con unas texturas y unos personajes que me fascinan: Ana Juan y sus personajes oscuros, su dominio del lápiz me enamora, Roger Olmos con sus pintorescos y a veces grotescos personajes y su técnica impecable, sus originales son auténticas obras de arte.

Y ya en otro registro totalmente diferente me encanta Oliver Jeffers, su narración y el uso del espacio en la composición, Anna Laura Cantone, el uso del collage en sus álbumes y su manera de ilustrar olvidándose de perspectivas y de proporciones, André Neves y sus personajes con tanta personalidad, sus fondos con texturas y su álbum Orejas de Mariposa del que recientemente fui a ver el musical basado en el cuento (Compañía Espiral Mágica), me pareció un sueño poder ver un álbum ilustrado convertido en musical.

4. ¿De dónde surgió la idea de tu primer libro?

Desde que me dedico a la ilustración tenía claro que una de mis ilusiones sería ver en las librerías mi propio álbum ilustrado. En junio de 2018 conocí la historia de un ilustrador, David Litchfield, quien el 1 de julio de 2010 tomó una decisión, hacer un dibujo al día durante un año y mostrarlos al mundo a través de Internet; el reto se llamaba 365 Drawing Challenge.

Ocho años más tarde, el 1 de julio de 2018, me puse ese mismo reto, realizar una ilustración al día y publicarla en las redes sin saltarme ni un solo día durante un año. Dentro de estas 365 ilustraciones aparecieron varias veces estrellas, lunas, niñas… todo ello muy presente en mi imaginario y tuve claro que mi primer libro tenia que ser muy personal, con personajes femeninos de niñas de grandes ojos y paisajes oníricos.
Ese mismo año me apunté al curso de Álbum ilustrado de l’Escola de la Dona, allí Ignasi Blanch y Jan Barceló me guiaron en todo el proceso creativo para hacer realidad mi primer álbum ilustrado Nona, el nombre del libro que alude al nombre de la protagonista del cuento, nace de la unión de los nombres de mis dos hijas, Nina y Ona.
Proceso de creación de Nona © Esther Voltà

5. ¿Cómo fue tu primera experiencia como autora profesional? ¿Quién te dio la oportunidad?

En 2019 fui a la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil de Bolonia con mi proyecto Nona debajo del brazo y varias entrevistas pactadas con editoriales de todo el mundo. La primera de ellas fue con El Cep i la Nansa y Carambuco. Aquello fue amor mutuo a primera vista, les encantó el proyecto y me ofrecían además la posibilidad de editar el libro en castellano y en catalán, mi lengua materna, así que allí mismo firmamos el acuerdo y ese mismo año estábamos presentando Nona en Barcelona (Fnac), en Vigo (la Casa del Libro) y en Madrid (Fnac)
Interior de Nona © Esther Voltà

6. Sobre el proceso de escritura, ¿cuánto tiempo te lleva escribir una historia? ¿Dónde buscas la inspiración o los posibles temas?

Tengo varias libretas donde voy dibujando a lo loco, libretas en las que pruebo técnicas nuevas, pego recortes, hago collage, escribo cosas, es como un brainstorming de ideas de las que pueden nacer proyectos nuevos.
A veces tengo una idea durante meses en la cabeza, pero sin acabar de darle forma, y llega un día en que todo cuadra y sale la historia… 
© Esther Voltà

Durante un tiempo, al despertarme, escribía 3 paginas en una libreta siguiendo los consejos del libro El camino del artista. Muchos días en esas páginas escribía historias locas y espontáneas que salían así, sin pensar, y después no volvía a leer; quizás algún día recupere esa libreta de la que quizás pueden nacer nuevas historias, y retome la práctica de escritura matutina que estoy segura es un ejercicio genial para la creatividad.

7. Proceso y metodología, ¿cómo te organizas y trabajas? ¿Podrías describirme tu día a día?

Mi negocio de venta de productos ilustrados se lleva casi el 100% de mi tiempo, puesto que recientemente ha crecido mucho. Ahora mismo tengo más de 100 puntos de venta en todo el país y algún punto de venta en Francia, Italia y Portugal, por lo que la creación de un álbum ilustrado lo voy haciendo los ratos que puedo. 
Sin embargo, si tengo fecha de entrega pactada me hago mi calendario de páginas por semana para poder llegar a hacerlo pero tengo demasiados frentes abiertos y eso hace que la organización de mi horario de trabajo sea un poco caótica y muchos días acabo trabajando por las noches hasta las tantas.
Interior de Nunca te olvidaré © Esther Voltà

8. ¿Cuál es tu objetivo como autora e ilustradora? ¿Qué mensaje quieres transmitir a través de tus obras?

Cuando me preguntan cuál es tu público objetivo yo siempre digo "mujeres adultas que no han perdido su niña interior". Me gusta pensar que llevar o usar uno de mis productos ilustrados ya aporta en sí mismo algo de felicidad. En el caso de los libros, mi objetivo es arrancar emociones, transmitir sentimientos, a veces solo con la mirada de los personajes, punto al que dedico el máximo esfuerzo e intento que allí esté el centro de atención de la ilustración consiguiendo así despertar un sentimiento de ternura, emoción, alegría o de tristeza…

Además, me gusta que mis libros contengan algún mensaje importante que, de alguna forma, a través de las ilustraciones y las letras, tenemos el privilegio de poder transmitir a los niños.

Nona, del que además de ilustradora soy autora, quiere transmitir el respeto al medio ambiente y el valor de la amistad.

Ponte mis Gafas, escrito por Aurora Soto, es un cuento contra el acoso escolar.

Nunca te olvidaré, también escrito por Aurora Soto, habla sobre la aceptación de la muerte y sobre la enfermedad del Alzheimer.

Y Érase una vez 365 ilustraciones que fueron cuentos son las 365 ilustraciones que hice en mi reto 365 Drawing Challenge y que la casualidad hizo que Patricia del Castillo, cuentacuentos profesional, empezara a seguir mi reto y a escribir un microrrelato para cada cuento… 365 ilustraciones que se convirtieron en mágicos cuentos; un precioso libro con 365 relatos, muchos de ellos motivadores, otros cotidianos, otros te invitan a soñar…
Libros publicados © Esther Voltà

9. ¿Estás trabajando en un nuevo libro? ¿Qué nos puedes contar sobre él?

En unos días (ojalá antes de Sant Jordi) sale un proyecto totalmente diferente a lo que he hecho hasta ahora, un libro de cocina en el que se vinculan alimentos y emociones, La Cocina de las emociones, todo ello acompañado de una importante parte visual, con muchas ilustraciones. Finalmente cada capítulo tiene un apartado de recetas elaboradas por el maestro pastelero y asesor gastronómico Albert Iglesias, mi socio en el Custom Cakes, una línea de productos gastronómicos en el que ofrecemos pastelería ilustrada desde hace 6 años.
Páginas interiores de La Cocina de las emociones. Ilustraciones © Esther Voltà

Por otro lado, desde que publico álbumes ilustrados, algunos autores me han contactado interesándose por mi trabajo y enviándome manuscritos para ver si hay posibilidad de trabajar en un proyecto conjunto. Hace poco he recibido uno que me ha enamorado y sólo leerlo he visualizado las ilustraciones, así que ya he empezado a trabajar en ello. Y como soy persona de estar en mil proyectos a la vez, tengo en mente otro proyecto personal como autora e ilustradora que está tan verde que aún no puedo avanzar nada.
 
10. Un último consejo a las que como tú, quieran dedicarse a esto:

Que lo intenten, al final nos podemos arrepentir si no lo intentamos, no dejemos esa espinita dentro y pensar qué hubiera pasado si lo hubiera intentado... 
Tener paciencia, es un mundo en el que es difícil hacerse un hueco, pero si lo que haces tiene personalidad y voz propia seguro que encuentras tu hueco y tu editorial.
Es importante también formarse y valorar tu trabajo, no regalarlo por la ilusión de publicar, o estaremos destruyendo la profesión.
Ilustración con motivo del 8 de marzo © Esther Voltà



Para obtener más información sobre Esther Voltà, puedes visitar su web
También puedes seguirla en su página de Facebook e Instagram




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martes, 13 de abril de 2021

Ilustrando a... Laia Berloso (lalaidraws)

Bienvenido/a a esta sección de entrevistas a autoras integrales de álbum ilustrado cuyo objetivo es conocer sus procesos de creación y visibilizar su obra.

Hoy te presento el trabajo de... Laia Berloso Clarà



1. Tus inicios. ¿Cuál es tu formación académica? ¿Cuándo te interesaste por la ilustración y en especial, por el álbum ilustrado?

Me gradué en Educación Infantil con la mención de Artes Visuales y Plástica, aunque, paralelamente, me movía el mundo del dibujo artístico y asistía a talleres dónde podía expresarme artísticamente mediante el dibujo y la ilustración.

Después de trabajar unos años como docente, no me quitaba la idea de la ilustración infantil de la cabeza con lo que empecé a formarme de manera autodidacta. Finalmente decidí dar un empujón a mi carrera artística estudiando un posgrado en Ilustración Infantil en Eina, Barcelona. Allí pude descubrir maestros ilustradores y diversas técnicas, aunque siempre digo que la mejor formación es la que se puede ofrecer uno mismo mediante la propia motivación personal.
Laia posando con el mural de l'escola Taialà, en Girona

2. ¿Recuerdas tus cuentos favoritos de pequeña? ¿Crees que te han influido en tu trabajo?

En mi caso recuerdo vagamente referencias de pequeña, pero sí que la ilustración y la literatura infantil me han influenciado de adulta. Como docente es una herramienta a la que recurro a diario para conectar con mis alumnos, y siempre trato de escoger historias que sean atractivas y que estén cuidadas visualmente.
© Laia Berloso

3. ¿Cuáles son tus referentes actuales?

Tengo muchos referentes, no me puedo reflejar únicamente con una sola ilustradora o ilustrador. Depende del encargo o el tipo de ilustración que tengo en mente, busco inspiración en un estilo u otro. A grandes rasgos, puedo incluir en mi biblioteca personal el trabajo de Benji Davies, Oliver Jeffers, Marta Altés, Rebecca Green y David Sierra.

4. ¿De dónde surgió la idea de tu primer libro?

El mar que más quiero es una historia que habla del respeto hacia el mar y los animales que lo habitan. Más que una idea es una creencia que llevo dentro de mí: el respeto hacia la naturaleza y nuestro entorno.
El mar que más quiero © Laia Berloso

Como maestra deseaba tener un álbum ilustrado con el que poder trabajar este mismo concepto, a través de una historia divertida e inocente que pudiera conectar con el público infantil. Eso me empujó a imaginar, escribir y dibujar lo que ahora es una colección de tres álbumes infantiles que pretende sensibilizar a la primera infancia, porque enseñar a respetar el medio ambiente es enseñar a amar la vida.

5. ¿Cómo fue tu primera experiencia como autora profesional? ¿Quién te dio la oportunidad?

Mi primera experiencia como ilustradora y escritora fue muy emocionante, la recuerdo con mucha ilusión. Una gran editora de La Galera me contactó para darme la oportunidad de enseñar mi portafolio. En medio de todos los dibujos tenía un boceto del protagonista de mi historia, así que la editora me preguntó por él. Inmediatamente empecé a contar la historia que tenía en la cabeza y que, por aquel entonces, no tenía ni esbozada. La llevaba tanto tiempo conmigo, en mi mente, que no tuve que escribirla. Me salió sola. Y les gustó; así que las siguientes semanas me dijeron que la desarrollara. Para mí supuso un reto, ya que hasta entonces sí que había colaborado con editoriales pequeñas en proyectos de ilustración, pero nunca había tenido la oportunidad de escribir mi propia historia.
Interior de El mar que más quiero © Laia Berloso

6. Sobre el proceso de escritura, ¿cuánto tiempo te lleva escribir una historia? ¿Dónde buscas la inspiración o los posibles temas?

En realidad no tengo un modus operandi. Depende del proyecto, del momento, de las ideas… a veces puedo tardar meses en cerrar una historia, otras, en cambio, las tengo en cuestión de una semana. Escribo sobre los temas que me mueven, que dan sentido a mi vida y que aportan algo más que una historia; un aprendizaje para la vida.
El bosque que más quiero © Laia Berloso

En mi caso también me cuesta ver la escritura separada de la ilustración, ya que estoy muy centrada en la ilustración infantil, con lo que cuando escribo una historia, ésta siempre viene acompañada de la ilustración y viceversa. Incluso algunas veces tengo primero el boceto y luego escribo el texto.

7. Proceso y metodología, ¿cómo te organizas y trabajas? ¿Podrías describirme tu día a día?

El mundo de la ilustración es muy inestable. Hay veces que puedes tener 4 proyectos en un mes y luego estás 4 meses sin ningún proyecto nuevo. Y hay que vivir, pagar facturas. Es por eso que, en mi caso, combino mi profesión con mi otra vocación: la docencia.
Trabajando en las ilustraciones de El mar que más quiero

Hay momentos difíciles, en los que cuesta mucho combinar ambas, ya que considero que son dos profesiones con un gran compromiso social donde tienes que entregarte al cien por cien en persona. Eso provoca mucho desgaste y no es fácil, pero es cuestión de organizarte muy bien y aprovechar el tiempo. Al final, cuando uno hace algo de corazón… todo fluye.

Eso sí, un proyecto de ilustración implica muchas horas sentada pensando, esbozando, construyendo, deconstruyendo, etc. Son muchas, muchísimas horas que difícilmente se verán compensadas económicamente. Por eso siempre digo que el proyecto tiene que enamorarte, porque sino lo vas a odiar, y mucho.
Ilustraciones de Mary Poppins © Laia Berloso

8. ¿Cuál es tu objetivo como autora e ilustradora? ¿Qué mensaje quieres transmitir a través de tus obras?

Mi objetivo es ofrecer historias con un significado, con un aprendizaje. Deseo que el lector pueda conectar con un personaje, una ilustración, un mensaje...
El bosque que más quiero © Laia Berloso

9. ¿Estás trabajando en un nuevo libro? ¿Qué nos puedes contar sobre él?

Ahora mismo estoy trabajando en la tercera entrega de la colección: El mar que más quiero fue el primero, El bosque que más quiero el segundo, y ahora se está gestando La ciudad que más quiero que, obviamente, hablará sobre la idea de una ciudad sostenible que viva en paz y harmonía con el entorno y con el planeta tierra.
Laia posando con sus álbumes de autoría integral

10. Un último consejo a las que como tú, quieran dedicarse a esto:

No te desanimes. El mundo de la ilustración es inseguro y difícil al principio. Anímate y trabaja en un buen porfolio y en un buen perfil en las redes sociales donde puedas mostrar tus trabajos. Sé auténtico y no te fuerces a ilustrar o dibujar cosas con las que no te sientas seguro. Disfruta ilustrando y no pares nunca de dibujar. Llegará un día en que un editor se fijará en tu trabajo y contará contigo para colaborar en un proyecto de ilustración. O un escritor te querrá para poner color a sus palabras. O simplemente te pedirán si puedes colaborar de manera altruista en un proyecto… Todo es importante para formarte, progresar y aprender. Poco a poco te harás lugar en el mercado.
Sopa de menta amb picarols de Anna Fité
Ilustraciones © Laia Berloso 

Y nunca te infravalores, pon precio a tu trabajo. Hacer las cosas "gratis" o con un bajo precio sólo aporta más precariedad a una profesión que ya de por sí está mal pagada. Así que es importante valorar lo que uno hace, ya que al final estarás dando valor a tu futura profesión y a la de muchos compañeros ilustradores.
Mucha energía y… ¡a dibujar!
Interior de Les paraules seran sempre lliures de Carme Forcadell
Ilustraciones © Laia Berloso 



Para obtener más información sobre Laia Berloso, puedes visitar su Behance y la agencia Plum Pudding
También puedes seguirla en su página de Facebook e Instagram




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